No por esperada y anunciada, incluso por el protagonista, la llegada de Eden Hazard al Madrid es menos trascendente para un equipo que no hacía una inversión en una gran estrella consolidada desde hace varias temporadas. La necesidad ha empujado al Madrid a complementar su política forzada de jóvenes talentos con la llegada de un jugador maduro, capaz de liderar un equipo, como ha demostrado en su carrera, primero en Lille, y después en Londres al frente del ataque del Chelsea.

El fichaje quedó oficializado anoche en una nota pública que apenas desveló que el internacional belga firmará hasta el 2024 y que será presentado el jueves, 13 de junio. El Madrid no mencionó el coste exacto de su contratación, que puede ser de unos 100 millones más otros 20 en variables.

El Madrid ha aprovechado una oportunidad de mercado, con el contrato del belga a un año de expirar, y el posicionamiento claro y nítido del jugador, que pidió al Chelsea que atendiera a su deseo de jugar en el Bernabéu.

Con Hazard, a la espera de que nombres como Bale o Isco empiecen a pensar en salir del Madrid, el nuevo proyecto de Zidane adquiere un jugador de verdadero primer nivel mundial, sobradamente contrastado, con hambre por dar el salto definitivo al olimpo de los futbolistas históricos y con el potencial para conseguirlo. Desde su velocidad hasta su liderazgo, el belga es un salto de calidad en el Madrid. No será el último en llegar a un equipo que necesita volver a ilusionar a su afición con títulos y grandes jugadores, como el belga.