La carambola de resultados y los goles casi al unísono de Van Nistelrooy y Raúl Tamudo hacen que el Madrid se vea campeón de Liga. Sin embargo, el club blanco pide prudencia ante lo que pueda deparar la última jornada. "Se ha ganado una batalla, pero no la guerra, aunque hay que ver lo que da de sí un minuto", dijo ayer Ramón Calderón, en referencia a lo ocurrido en La Romareda y el Camp Nou. El presidente blanco quiere que David Beckham abandone su idea de jugar en el fútbol norteamericano con Los Angeles Galaxy y siga en el club blanco.

El autobús del Madrid abandonó La Romareda entre gritos de "campeones, campeones". Pedja Mijatovic fue de los últimos en subir. El director deportivo aún tenía el susto en el cuerpo. "Todo cambió en dos minutos. Sufrimos mucho y no quiero sufrir más. Lo más bonito es que dependemos de nosotros", decía Pedja.

Al llegar a Barajas cientos de seguidores cantaban "Capello, quédate". Un deseo que contrasta con los planes de la directiva. El Madrid tiene un acuerdo con Bernd Schuster, según el cual si el técnico del Getafe no termina en el banquillo blanco percibirá 1,2 millones de euros.

EL FUTURO DE CAPELLO Calderón apuntó ayer que la decisión sobre el futuro de Capello se tomará el próximo lunes. "Hay que ver lo que dice Mijatovic. Vamos a meterlo todo en una bolsa, ver los pros y los contras y decidir. También conocer lo que dice él. Le han pegado mucho este año y hasta algún periódico ha dicho que había que ponerle en la frontera", declaró Ramón Calderón desde París, adonde asistió a la final de Roland Garros entre Nadal y Federer.

Más interés mostró Calderón por evitar la fuga de Beckham a los Galaxy. Una apuesta que choca con la decisión de mantenerle fuera del equipo durante casi dos meses tras anunciar su marcha a EEUU. "Hubo un enfado por el anuncio prematuro de su salida, pero vamos a hacer un esfuerzo para que se quede. Ha demostrado que es un gran jugador. Hay que sentarse con él, sus representantes y ver su cláusula", dijo Calderón. Beckham, a quien el Madrid decidió no renovar, podría desligarse de Los Galaxy pagando 10 millones de dólares. Un extremo que negó el representante del jugador. "David está deseando irse a Estados Unidos", dijo Simon Oliveira.