El Madrid salió indemne de su visita a un estadio de atletismo, Las Pistas del Helmántico, donde Javier Sotomayor batió el récord del mundo aún vigente de salto de altura en 1993 (2,45 metros). La disposición al trabajo y el compromiso con el deber que mostraron los de Zidane frustraron una sorpresa de un muy digno Unionistas que hubiera hecho sombra al hito del saltador cubano en Salamanca. Un gol apático de Bale, que se fue al banquillo con molestias tras el descanso, y otro de Brahim tras un tropiezo neutralizaron un gran gol de Álvaro Romero que había supuesto el empate.

El trabajo y el compromiso de Unionistas frustró la búsqueda de espacios de un Madrid que se enfrentó al partido a tientas, concienciado de que había que minimizar errores, ponerse el mono de trabajo y buscar la resolución más limpia y rápida del compromiso en Salamanca.

Sin Brahim, sin Lucas Vázquez o sin Mariano, que se quedó en Madrid, Zidane afrontó el compromiso en Las Pistas con un once muy titular, con Benzema recién recuperado, con Bale, Valverde o Casemiro.

El equipo de Zidane se adelantó tras un centro con poco peligro de James que se quedó en los pies de Bale tras un errático despeje de Góngora. El galés disparo con la misma desgana con la que celebró que el balón, tras tocar en un defensa local, terminó en gol.

La efervescente reacción de Unionistas produjo un buen disparo, antes de que un Casemiro imperial volviera a tomar el control de partido, aunque las ocasiones eran excepcionales para un Madrid más sólido que creativo.

James, que había liderado la tímida carga con la que el Madrid buscó el segundo gol antes del descanso, disfrutó de una ocasión inmejorable tras la reanudación, frustrada por el portero de Unionistas Brais Pereiro.

No desperdició su primera ocasión Álvaro Romero, recién incorporado al campo, cuando aprovechó un error de el pase de Marcelo y el de la recepción de Militao para conducir y conducir, ante la pasividad del resto de la defensa del Madrid, y ajustar el balón al palo de Areola para empatar el partido con un gran gol.

La reacción del Madrid no se hizo esperar, los de Zidane cargaron con todo y Brahim, en medio de un tropezón y con la colaboración del defensa, remató a gol para diluir la euforia salmantina. La vorágine local pasó, pero Unionistas no dejaba pasar ninguna oportunidad para correr a la espalda de la defensa del Madrid y encontrar situaciones de ventaja en el área de Areola.

Las primeras apariciones con continuidad de Benzema, ya en los últimos 25 minutos de partido, propiciaron los minutos de más fluidez en el juego de los de Zidane, con llegadas continuas, pero el francés se fue al banquillo por Jovic sin el tercer gol en el marcador.

Unionistas siguió generando peligro discontinuo, pero la entrada de Isco al partido le otorgó a los blancos el monopolio del balón. Brahim mandó un disparo al palo y Jovic no acertó sin portero, tras otra intervención de mérito de Brais a un cabezazo de Vinicius. La sentencia del Madrid se hizo esperar hasta casi el descuento, cuando el repudiado Brahim Díaz culminó una jugada personal con un buen disparo raso.