El Madrid ha llegado a Pamplona en racha, dispuesto a dar caza al Barça en la tabla, y se va con regusto amargo después de firmar este sábado un empate que bien ha podido ser una derrota de no ser por el tanto de Pepe cuando el partido encaraba la recta final. La expulsión de Ramos casi condena al equipo de Carlo Ancelotti en El Sadar, una plaza que nunca ha sido fácil para los blancos, acostumbrados ya a sufrir por el empuje y la motivación de un equipo y una afición que saben sacar lo mejor de sí mismos cuando los madridistas vienen de visita.

El equipo blanco, con la inerica del buen juego y los resultados de los últimos partidos, ha salido al campo dispuesto a resolver el duelo por la vía rápida, amenazando desde el principio la portería de Andrés Fernández por mediación de Cristiano, que a los pocos minutos ya contaba tres remates. La fortuna y la resistencia han premiado a los locales, que poco o nada han hecho hasta que Oriol Riera ha adelantado a los rojillos (m. 15) con un certero testarazo. El gol ha atenazado al Madrid, que ha sido incapaz de recuperar el buen tono del inicio, y ha impulsado a Osasuna, que ha llevado el partido por los derroteros que más le convenían.

Con los navarros por delante, el juego se ha empantanado. Los madridistas han sucumbido constantemente a las emboscadas locales y su defensa ha sido un desastre. Osasuna ha propuesto un encuentro físico, de choque, y el Madrid no ha sabido pillarle el tranquillo. El nivel mostrado por la zaga ha sido cuanto menos preocupante. Pepe, retratado en el primer gol, y Ramos, que se ha autoexpulsado estúpidamente cuando moría el primer tiempo, son el reflejo de la frustración defensiva del cuadro de Ancelotti. El de Camas suma ya 18 expulsiones con el Madrid y será baja junto a Pepe y Varane la próxima jornada en Mestalla.

EXPULSIÓN DE RAMOS

Osasuna, bien pertrechado atrás y sin conceder espacios para las carreras de Ronaldo y Bale, ha dejado pasar los minutos a la espera de alguna jugada para hacer daño al Madrid. Y así ha sido. Un lanzamiento de córner ha sido rematado en el corazón del área, Diego López ha realizado una gran parada pero el rechace lo ha aprovechado de nuevo Oriol Riera para poner el 2-0 (m. 38) e incendiar el Sadar. La expulsión de Ramos inmediatamente después ha puesto el partido muy cuesta arriba para el Madrid, que se ha ido al descanso minutos después de Isco acortara distancias al filo del descanso (m. 44).

La segunda parte ha sido un quiero y no puedo del equipo de Ancelotti, que ha sido incapaz de generar juego y ha arrinconado a Osasuna a base de arreones. Ni Ronaldo, ni Bale (sustituido por Di María), ni Benzema han aparecido para rescatar a su equipo cuando más estaba sufriendo. Con Alonso de central, el Madrid ha sufrido mucho para cerrar espacios atrás y la rectificación de Ancelotti ubicando a Nacho de central y a Alonso en su sitio ha mejorado bastante al Madrid, que ha salido vivo en parte gracias a la infantil expulsión de Silva, que le ha allanado el camino para que Pepe firmara las tablas con un buen remate de cabeza (m.81).