REAL MADRID - 0: Keylor Navas; Danilo, Varane, Sergio Ramos, Carvajal; Kroos, Modric, Isco (Jesé, m.70); James (Lucas Vázquez, m.57), Cristiano Ronaldo y Benzema (Borja Mayoral, m.46).

ATLETICO - 1: Oblak; Juanfran, Giménez, Godín, Filipe; Augusto Fernández (Kranevitter, m.77); Griezmann, Gabi, Saúl, Koke; y Fernando Torres (Correa, m.81).

GOL: 0-1, m.53: Griezmann.

ARBITRO: Clos Gómez (colegio aragonés). Amonestó a Lucas Vázquez, Carvajal y Ramos por el Real Madrid; y a Godín, Filipe, Giménez y Correa por el Atlético de Madrid.

Un nuevo planteamiento magistral del Cholo Simeone empujó al Atlético a la conquista del Bernabéu, confirmando una tendencia de dominio desde su llegada, para dejar a su equipo como única alternativa al Barça gracias al tanto de Griezmann (0-1), que destapó las carencias de un proyecto del Real Madrid que hace aguas, reducido a la Liga de Campeones.

La historia se repite en un cambio de tendencia en los derbis madrileños. Otro recital rojiblanco en casa de su eterno enemigo, el mayor goce para su parroquia, provoca el fracaso del Madrid en Liga, con tres meses duros por delante de competición con la mente únicamente puesta en el milagro de la undécima Copa de Europa.

Fueron este tipo de duelos los que doctoraron a Simeone. Enfermizo estudioso del rival y experto en sacar el máximo rendimiento de sus jugadores. Zinedine Zidane necesitaba mostrarlo. El derbi presentó el plan esperado, el orden y las líneas juntas rojiblancas desfiguraron el fútbol blanco de ataque. Se ponían a prueba las variantes del técnico madridista, obligado a inventar algo para salir de la trampa.

Intentó Zidane desequilibrar con una salida en tromba como suele hacer en el Bernabéu. Antes del primer minuto llegaba un intento de Cristiano. Era un espejismo. Hasta pasada la media hora no llegó el primer disparo a la puerta de Oblak y fue a balón parado, con el portugués reventando el esférico pero su lanzamiento centrado a los puños del meta esloveno.

En el camino se impuso la impotencia a los intentos madridistas y la tranquilidad rojiblanca. Danilo se ganaba el respeto de su afición a base de entrega y la figura de Augusto emergía en la lucha en la medular, con Modric y Kroos maniatados en la presión, sin poder imprimir la velocidad que necesitaba. La unión de los jugadores de Simeone dejaban en el olvido el cansancio acumulado de tres duelos de alta intensidad en una semana.

PACIENCIA ATLETICA El encuentro caminaba por donde deseaba el Cholo. Mientras esperaba que la paciencia del rival y su afición se agotase, esperaba su momento el Atlético. Seguro de que llegaría. Y acabó probando a Keylor Navas con mayor peligro. Augusto buscó puerta sin éxito como Koke el gol olímpico. El corazón se encogía en la grada del Bernabéu en una mala cesión de Danilo a Keylor, que escurría al querer controlar con el pecho.

Se le pedía a Zidane que inventase algo y lo hizo al descanso. Benzema no estaba a tope, recién recuperado de sus molestias en la cadera. Saltaba por los aires el orden por jerarquía y no entraba Jesé. El elegido era Borja Mayoral, la actual perla de la cantera. Un nueve con gol y clase que dejaría máxima entrega.

El partido cerrado comenzaba a abrirse por el ímpetu local. Fue cuando llegó el golpe rojiblanco que hizo tambalearse todo. Un error en la salida de balón provocó el robo, la asistencia de Filipe y el remate abajo de Griezmann para romper su sequía. Referente atlético absoluto, respondió el día señalado.

Los nervios se apoderaban del coliseo blanco, con la paciencia agotada y recuerdos de la inferioridad ante el Barcelona en el otro duelo grande del curso. Surgieron gritos contra el presidente del club y los jugadores regresaron al atasco y la imprecisión.

Además del derbi madrileño, ayer también se jugaron el Sporting-Espanyol (2-4), Getafe-Celta (0-1) y Betis-Rayo Vallecano (2-2).