Osasuna y Real Madrid cierran la decimosexta jornada de Liga, la primera del 2010, con una auténtica batalla en el Reyno de Navarra, terreno siempre hostil para el conjunto madridista, donde Camacho conoce a la perfección virtudes y defectos del rival y Manuel Pellegrini pide "espíritu competitivo".
Inicia el año Osasuna con la esperanza de sorprender al segundo clasificado, tras haber recuperado pólvora en ataque y después de finalizar 2009 con dos derrotas consecutivas.
El equipo ´rojillo´ mantiene una renta de cuatro puntos respecto al descenso, pese a los tropiezos seguidos ante el Mallorca y el Athletic Club, partidos en los que no dispuso de sus dos delanteros referencia: Carlos Aranda y Walter Pandiani, recuperados ya para el choque frente al Real Madrid.
Ante las bajas de los dos centrales titulares en Bilbao, jugarán Miguel Flaño y el brasileño Roversio Rodrigues, que debutará en Liga esta temporada tras su grave lesión de rodilla. La incógnita es saber si Camacho alineará a Azpilicueta, Aranda y Monreal (ausente los últimos cinco partidos) y, en caso contrario, baraja las alternativas de Echaide, Masoud y Calleja.
El encuentro ha sido declarado de ayuda al club. Los socios deberán pasar por taquilla para ver de cerca al Real Madrid y crear uno de los climas más hostiles en contra del conjunto madridista de toda la primera.
El Madrid llega al Reyno de Navarra con Pellegrini pidiendo a la plantilla que mantenga la misma mentalidad, el "espíritu competitivo", que les condujo en diciembre a ser el equipo más goleador de las grandes Ligas europeas con 2,6 tantos por partido.
Lo tendrá que hacer aún sin el brasileño Kaká, recuperado de su pubalgia pero fuera de la lista por precaución. Dado el nivel de juego alcanzado en los últimos encuentros no preocupa su ausencia y se mide al detalle su regreso. Tampoco estarán en Pamplona Pepe, Mahamadou Diarra, Guti y Van Nistelrooy, todos ausentes por lesión.
Recupera Pellegrini a Xabi Alonso, al que entrega el mando, y mantiene en el centro de la zaga a Garay como sustituto de Pepe. El argentino se somete a su primera prueba exigente, con el objetivo de terminar de convencer al club de no fichar en el mercado invernal.
