En el club blanco están convencidos de que les asiste la razón en el caso Cristiano Ronaldo y que su buque insignia fue injustamente expulsado el pasado domingo. El club espera hoy la decisión del Comité de Apelación, que casi con toda seguridad mantendrá los dos partidos. Todo lo que sea no dejar limpio a Ronaldo no dejará satisfecho a los rectores del club blanco, que pedirían la suspensión cautelar al Comité Español de Disciplina Deportiva que se reune mañana.

Pese a que la sanción de competición deja claro que el motivo del castigo a Ronaldo no es otro que el juego peligroso del portugués, que obliga a Mtiliga a abandonar el terreno de juego, los asesores jurídicos del club blanco mantienen la inocencia del futbolista y mantienen que es un lance del juego. Añaden que la misma jugada se ha producido en otros encuentros y no ha sido merecedora de sanción.

Si la comparación del manotazo de Ronaldo es la acción de Messi sobre Valiente, se puede hablar de un lance similar, pero con distinto resultado. El jugador del Sevilla sigue en el campo mientras que Mtiliga se va del campo sangrando y con el tabique nasal roto.

LA SUERTE DE MESSI Esa acción de Messi la analizó ayer Sergio Ramos y también apuntó a la diferencia entre una acción y otra. "Messi tuvo la suerte de no darle en la cara y Cristiano la mala suerte de darle en la nariz. Se ha armado un alboroto tremendo con todo esto. Para nosotros, Ronaldo no tiene intención de agredir, sino de quitárselo de encima. La sanción es un poco injusta", declaró el defensa blanco. Luego recordó una jugada del encuentro Málaga-Madrid en la que Duda le propina un codazo en un salto por el que Ramos llegó a sangrar por la nariz. "Recibí un codazo en una disputa involuntaria del balón", añadió el jugador madridista.

Ramos dejó claro algo que está en la mente de todo el madridismo. El equipo necesita a Ronaldo para un encuentro tan importante como el de Riazor. "Es fundamental. Aporta muchísimo y es una baja muy sensible", apuntó el jugador madridista. También él es consciente de que el Madrid se juega su futuro en la competición doméstica ante el Deportivo. "Cada encuentro es una final en la que nos jugamos la Liga. Hay que dar el máximo porque debemos reducir la diferencia con el Barcelona. Quedan muchos puntos, pero el margen de error de ellos es mínimo en las dos últimas temporadas", dijo Ramos.