Toda la cautela del mundo ante la oportunidad perfecta de dar un paso adelante, quizá definitivo en la Liga y en la aspiración de acabar con la primacía del Barcelona en el fútbol español. Ante esa trascendente posibilidad piensa José Mourinho que está el Madrid el sábado y es por ello que ha impuesto el más absoluto silencio a sus jugadores y por extensión al club blanco, convencido de que es la mejor manera de llegar al clásico en las mejores condiciones posibles. La jornada de Liga de Campeones, con el último partido de la fase de grupos mañana contra el Ajax, sirve además de coartada perfecta para exigir que los jugadores no vayan en sus declaraciones más allá del partido del Amsterdam Arena. No importa que el Madrid ya esté clasificado como primero de grupo, lo que llevará al técnico madridista a dar descanso a varios titulares. Algunos, como Casillas, Cristiano Ronaldo, Ramos y Khedira, no viajarán. Tampoco se entrenaron ayer con el resto del grupo porque tenían permiso, aunque la estrella portuguesa estuvo en Valdebebas voluntariamente para ejercitarse en el gimnasio.