No se fía el Madrid del infierno turco , donde tratará de poner el broche a una eliminatoria encarrilada tras el 3-0 de la ida. Lo hará frente a un Galatasaray que busca el milagro para evitar la tercera semifinal consecutiva del equipo de Mourinho, cuyo único objetivo es dar un paso más y conquistar la Décima.

Con la tranquilidad del resultado y la historia de su parte --nunca un equipo remontó tres goles en cuartos de final de Liga de Campeones--, el Madrid llegó a Estambul sin fiarse y respetando al Galatasaray, pero consciente de que ha rebajado el peligro que tenía el infierno turco en un sorteo que deparó la vuelta en el Ali Sami Yen.

Nunca ha ganado el Madrid en Estambul y llega a la cita con dos bajas importantes, las de Sergio Ramos en el centro de la defensa y Xabi Alonso en la medular. Ambos forzaron las tarjetas con las que cumplen ciclo y pasan limpios a semifinales por el abultado resultado del Bernabéu.

Albiol se perfila como sustituto de Ramos --tras la duda de última hora de Pepe-- para formar pareja con Varane, mientras que Modric puede ser el elegido por Xabi Alonso si Mourinho quiere apostar por el toque, o incluso Essien podría ser el elegido si quiere aumentar el músculo en el centro del campo con un doble pivote junto a Sami Khedira.

El objetivo madridista es marcar un gol que ya convierta en misión imposible la remontada al Galatasaray. Para ello se ampara en Cristiano Ronaldo, máximo goleador de la Champions , y el momento de Higuaín, que cuando vuelve a correr el rumor de una posible salida del club, desata su cara más letal y marcó en los dos últimos partidos.

El Madrid ha ido ganando el prestigio perdido en Europa desde la llegada de Mourinho. Encadena dos semifinales con dolorosas eliminaciones (ante Barcelona y Bayern). Si supera el duelo de Estambul marcará un nuevo registro al llegar a su vigésimo cuarta semifinal. Ya era el equipo que más cuartos de final ha disputado en la máxima competición europea con treinta.

Le recibirá un Galatasaray que persigue un milagro y tiene fe para levantar el rotundo 3-0 del Bernabéu, una hazaña prácticamente imposible incluso a ojos de la afición turca. Aún será más difícil si finalmente Terim no puede contar con Yilmaz y Nounkeu.