Xabi Alonso ya está donde quería. El Madrid y el Liverpool llegaron ayer a un acuerdo para el traspaso del medio centro vasco al club blanco por una cantidad algo superior a los 30 millones de euros no confirmada por ninguna de las partes. Hoy mismo estará en la capital de España para pasar el reconocimiento médico y mañana viajará con sus nuevos compañeros a Toronto después de firmar un contrato por cuatro temporadas, a razón de 4,5 millones de euros netos por cada una de ellas.

Después de que Rafa Benítez dijera en Barcelona el domingo por la noche que le gustaría que cumpliera a sus órdenes los tres años de contrato que le quedaban en el Liverpool, el propio máganer general del equipo inglés comunicó en persona al futbolista que las dos entidades habían cerrado el trato. Lo hizo en el mismol autobús en que la expedición de los reds se disponía a trasladarse al aeropuerto desde el que viajaría a Noruega para disputar un amistoso.

GRAN REFERENCIA Xabi se bajó satisfecho del vehículo y hoy estará con sus nuevos compañeros para intentar responder a las grandes esperanzas que Florentino Pérez, Jorge Valdano y Manuel Pellegrini han puesto en él como gran referencia creativa del equipo blanco en el centro del campo.

Fue necesaria, al parecer, la intervención directa del presidente madridista para plasmar un acuerdo que amenazaba con bloquearse indefinidamente. Florentino, que rechazó contratar a Alonso en su primera etapa en la presidencia por unos ocho millones de euros, desembolsará ahora más de 30 después de que el centrocampista donostiarra haya madurado por completo y cubierto una brillante etapa a las órdenes de Benítez durante cinco temporadas.

La relación entre ambos, sin embargo, se deterioró gravemente, lo que ya llevó la pasada temporada al técnico a intentar traspasarlo al fútbol italiano por 20 millones de euros. Nadie los pagó --el Juventus no pasó de ofrecer 18-- y Xabi acabó firmando la mejor temporada de su carrera, después de haberse proclamado campeón de Europa con la selección española en Austria. Deja una huella imborrable en Liverpool, con el que ganó la Champions en el 2005 y del que era el tercer jugador con más antigüedad en la plantilla, tras Gerrard y Carragher.

Sobre las siete y media de la tarde, tanto el Madrid como el Liverpool confirmaban el acuerdo en sus respectivas páginas web. Se trata del octavo fichaje de Florentino Pérez, tras los de Kaká, Cristiano Ronaldo, Albiol, Benzema, Arbeloa, Negredo y Granero. En total, más de 250 millones de euros invertidos.

Mientras tanto, a la directiva y a la dirección deportiva blancas no les salen por ahora las cuentas que echaron hace tiempo, según las cuales se preveían unos ingresos por traspasos de cerca de 100 millones. Hasta ahora no han entrado en la caja madridista más de 15 por los de Saviola y Javi García al Benfica y el de Parejo al Getafe.

Cerrado el capítulo de incorporaciones, a Pellegrini le sobran cinco futbolistas. Las dificultades para colocar a Van der Vaart, Sneijder, Drenthe, Huntelaar, Robben, Negredo o Garay son evidentes, entre otras cosas por las elevadas fichas que tienen en sus contratos.