El Real Madrid afronta con cautela y calma el tercer encuentro de la final de la Liga ACB, que se disputa hoy en el Palau Blaugrana (21.30, La 2), consciente de que aunque el parcial del enfrentamiento (2-0) es claramente favorable y las estadísticas están todas a su favor aún tendrá que pelear mucho para hacerse con el título.

Los dos triunfos de Vistalegre no son garantía de nada para Joan Plaza y sus pupilos, tan solo de que, si se da mal y el domingo, la final regresará a la capital de España a un quinto encuentro.

"Todavía no hay nada hecho", ha admitido el pívot belga Axel Hervelle, quien precisó que "queda un partido y en un deporte como el baloncesto todo puede pasar", aunque nunca en la historia un equipo ha remontado ese marcador en una final.

El 2-0, por lo tanto, no significa relajación en el bando madridista, que ya se encuentra velando armas en la Ciudad Condal, sino una señal de que si los de Plaza mantienen la tensión y la concentración pueden sentenciar la final este fin de semana.

"Hemos visto otras veces que después de ir ganando 2-0 te pueden empatar. Por eso vamos a Barcelona concentrados, pensando en ganar un partido allí, aún sabiendo lo difícil que será", dijo.

Los blancos saben que el Barcelona en el Palau Blaugrana es casi inexpugnable. Allí el equipo blanco cayó en esta Liga por 73-68.

"Debemos jugar duro, como lo hemos hecho en los dos primeros partidos. Ellos tienen mucha experiencia y saben jugar muy bien. Hemos ganado los dos partidos, pero han sido muy igualados y el desenlace ha llegado por pequeños detalles. Por eso dependerá de nosotros, si hacemos las cosas bien hasta el final y jugamos los cuarenta minutos podremos ganar allí", apuntó Hervelle.