Hace más de un mes, Marc Márquez (Honda) estrenó, al igual que hicieron Dani Pedrosa, su compañero de equipo, y Jorge Lorenzo (Yamaha) --aunque el campeón solo estuvo un día-- la vertiginosa pista de Austin (Tejas, EEUU), "uno de los trazados más impresionantes del mundo", según Fernando Alonso, piloto de Ferrari.

En aquella visita privada, casi íntegramente pagada por Honda para que su 'rookie' tuviese más días de entrenamiento de pretemporada, el bicampeón de Cervera fue el mejor, el más rápido, el dueño en las tres sesiones. Voló bajito en un circuito que todo el mundo considera de muchísimo riesgo y valor.

El Mundial de motociclismo ha escogido este curioso paraje como segundo escenario de la temporada después de un nuevo triple español en el debut de Catar, donde ganaron, de forma autoritaria, el mallorquín Luis Salom (KTM), el catalán Pol Espargaró (Pons Kalex) y el también isleño Lorenzo.

Admiración de los rivales

Antes de llegar a Austin, los tres 'magníficos' han expresado su admiración por la facilidad con la que Márquez se hizo con el control de un circuito en el que no habían rodado ninguno de ellos. "Solo espero que haga más calor que entonces y que las condiciones de la pista hayan cambiado lo suficiente como para que los demás nos podamos acercar a los tiempos de Márquez", señaló en Catar, con un sonrisa en los labios Lorenzo. "Espero que, con más goma en la pista, los tiempos sean distintos", declaró Pedrosa. "Va a ser duro, muy duro, seguir a Marc en Austin, pero tenemos que intentarlo", susurró el 'Doctor' Rossi.

"Se trata de una pista que impresiona, la verdad", subrayó Márquez antes de partir hacia EEUU. "Las primeras 'chicanes' asustan y es ahí, precisamente, donde puedes empezar a marcar la diferencia. Será vital la forma física y mantener intactas las ruedas al final de la carrera. Y ya no digamos las tres curvas de derechas, consecutivas, que hay en la parte final del trazado, ahí ganas o pierdes la carrera", detalló.