DEPORTIVO 5: Juanmi (Dani Mallo; m.70); Manuel Pablo, César (Héctor; m.56), Naybet, Romero; Sergio, Mauro Silva; Víctor, Valerón, Fran (Amavisca; m.66); y Makaay.

RECREATIVO 0: Luque; Espínola, Loren, Iker Begoña, Pernía; Camacho, Viqueira (Cubillo; m.46); Javi García (José Mari; m.46), Arpón, Benítez; y Raúl Molina (Quique Romero; m.67).

GOLES: 1-0; m.26, Valerón. 2-0; m.27, Víctor. 3-0; m.32, Makaay, de penalti. 4-0; m.37, Makaay. 5-0; m.59, Makaay.

ARBITRO: Daudén Ibáñez. Mostró tarjeta amarilla a Pernía por parte del Recreativo; y a Mauro Silva por parte del Deportivo.

El Deportivo aprovechó frente al Recreativo la derrota del Real Madrid, líder de la clasificación, ante el Mallorca para situarse a un punto de los merengues, aunque con la diferencia de goles en su contra, y subirse al tren de la Liga.

Los coruñeses no perdonaron, e infligieron un serio correctivo al conjunto onubense, que únicamente pudo aguantar el empuje de los locales durante los primeros veinticinco minutos.

El primer tanto, logrado por Valerón, rompió el esquema de los de Lucas Alcaraz, que encajaron otros tres goles en tan sólo once minutos merced al acierto de Víctor y Makaay --en dos ocasiones--. El holandés completó su actuación con otra diana en el segundo tiempo pese a acusar molestias en un dedo del pie derecho, y se consolida en la cabeza de la clasificación de la Bota de Oro con veintisiete tantos.

ARRANQUE DIFERENTE

Deportivo y Recreativo saltaron al terreno de juego con dos estilos de juego muy distintos, aunque con la misma idea en la cabeza: lograr una victoria para sacar el máximo provecho de una jornada en la que fallaron sus rivales más directos.

Los deportivistas intentaron llevar el peso del encuentro desde los minutos iniciales ante el conjunto onubense, que se esforzó sobretodo en presionar la salida de los locales en la parcela ancha del terreno de juego y buscar la espalda da la zaga gallega a través de la velocidad de Raúl Molina, al que, no obstante, apenas llegaron balones.

Con todo, los coruñeses se encontraron con muchas dificultades para elaborar el juego más allá de la línea de tres cuartos de ataque ante la presión a la que les sometieron los onubenses.

Una presión que funcionó en los primeros veinticinco minutos de juego, pero que no evitó que el Depor dejara el choque sentenciado con cuatro goles en poco más de diez minutos de juego.