Cacereño: David Macías, Antonio, Paco Ortega, Acero, Borrallo; Gervasio, Juan Diego (Sergio, min. 68), Alfaro (Adán, min. 80), Rocha (min. 93, Gabi), Pellegrín; Samuel.

Coria: Tete (min. 77, Mario), Alegre, Bravo (min. 79, Roberto), Héctor; Jordi, Bidaurrázaga, Ale, Alvaro; Oscar y César Reyes.

Goles: 1-0-Min. 12: Rocha. 1-1-Min. 70: César. 2-1-Min. 91: Adán.

Arbitro: Fernández González (1). Excelente en el primer tiempo y muy mal en el segundo. Tarjeta amarilla al jugador cauriense Jordi.

Incidencias: Tarde fría y alrededor de 300 espectadores en el estadio Príncipe Felipe, entre los que se encontraba el exjugador internacional de fútbol sala Javi Sánchez. En el palco, varios concejales cacereños y ausencia del presidente del Cacereño, Félix Campo, que estaba representado por el vicepresidente del club, Juan Ojalvo.

Mal fútbol, pero triunfo. Ganar como lo hizo el Cacereño, en el último minuto, suele ser algo que normalmente crea un estado de alegría descomunal en cualquier club y afición que se precien. Pero no. Ayer, el tanto de Adán en el descuento hizo conseguir el objetivo de sumar tres puntos, pero el pensamiento global, incluso el del propio entrenador local, Bernardo Plaza, fue de desasosiego ante la lamentable imagen que dio el equipo.

El ¿espectáculo? que ofertó el Cacereño se alejó, en fin, de los parámetros festivos que siempre otorga este deporte. Mucho toquecito, mucha entrega, pero escasas ideas, con una lentitud exasperante. Y eso que se encontró con un tanto excelente al inicio. Fue David Rocha, sin duda el valor más inteligente de este pobre Cacereño, el que se sacó de su derecha un par de recortes y acertó con el marco del jovencísimo meta rival Tete.

REACCION El Coria, limitado pero con tres-cuatro futbolistas de cierto nivel (César Reyes, Oscar y los exverdes Jordi y Aitor Bidaurrázaga), no perdió nunca la cara al partido. Lógico: tenía enfrente a un grupo inconexo, incapaz de resolver, excesivamente academicista para esto de la Tercera.

El partido transcurrió en medio del tedio. Sólo un zapatazo de Alfaro, que se fue al larguero, puso algo de calidad hasta que llegó el empate (min. 70) tras una galopada de César Reyes que se encargó de poner en evidencia a la zaga local y exasperar a la grada.

Incluso, el Coria pudo poner el 1-2, pero el árbitro no concedió gol a una colada finalizada por Oscar. El Cacereño, por la tremenda, sacó fruto a su ofensiva final por medio de Adán. Fue un injusto premio para un equipo, el verde, a años luz de lo que se le exige y duro castigo a un Coria bastante decente.