Después de ‘lo de Santa Amalia’ el Moralo amplia su relación de disgustos en el descuento de partidos de fin de temporada con ‘lo de Linares’. Un año después de que un gol en el campo amaliense le dejara sin playoff de ascenso, otro tanto encajado en los últimos segundos del periodo de prolongación, le llevó a la prórroga en la eliminatoria contra el Linares y después a perder la tanda de penaltis. Del disgusto de la temporada anterior surgió un Moralo más fuerte y más arropado por su afición; esta vez puede pasar lo mismo aunque todavía es pronto para decirlo.

Vive el club de Navalmoral momentos duros tras el fin de una temporada que sin duda ha sido muy buena, pero que terminó de forma abrupta. Y el disgusto por la eliminación en la ciudad de la provincia de Jaén ha sido mayor por todo lo que rodeó al partido, antes, durante y después de su desarrollo.

Vestuario encharcado

Canal Extremadura Radio recogió las impresiones de protagonistas, ya desde los minutos posteriores al final del enfrentamiento, cuando el futbolista Lolo compareció en la sala de prensa para hacer un relato espeluznante. «En mi vida he visto algo parecido, nos han tratado como a animales (...) al llegar nos hemos encontrado el vestuario encharcado y luego nos han escupido, nos han tirado latas, nos han pegado (...) menos mal que ganaron», añadió con ironía. Diego Merino dijo que estaba orgulloso de los suyos porque «hicimos un grandísimo trabajo y estuvimos a diez segundos de pasar, pero encajamos el 2-0 en un descuento excesivo». El entrenador añadió que «el fútbol ha sido cruel con nosotros». Y, también en la radio pública, el presidente Horacio López completó el relato hablando de «amenazas y coacciones (...) estábamos avisados y por eso llevábamos seguridad propia».

Dijo López que restringieron las acreditaciones que pidieron, negándose a que grabaran el partido y que a él no le dejaron entrar en el vestuario de su equipo. «Esta gente sobra en el fútbol, son justos vencedores y nos ganaron bien, pero estas conductas son despreciables». Es ilustrativo, en el sentido de que preveían que algo iba a pasar, que el Moralo planeara el desplazamiento de forma secreta, incluso pidiendo a los informadores locales que no revelaran detalles. El Tenerife B, rival del Linares en la primera eliminatoria, les había avisado de lo que se podían encontrar.