Los jugadores del Cáceres están preocupados. La plantilla mantiene el tono simpático que le ha caracterizado siempre, aunque en sus cabezas rondan las penurias económicas del club, que han empujado a retrasar el cobro de sus salarios.

Y es que la actividad de los despachos han nublado la felicidad de sumar la segunda victoria el pasado fin de semana ante el Lucentum de Alicante. La alerta ha saltado en el staff del Cáceres, aunque no quiere alzar la voz y apoya las gestiones gestión del consejo de administración.

A pesar de que Bobby Martin se lo pasa bomba bailando el Aserejé mientras realiza ejercicios de estiramiento y Deon Thomas no para de reírse entre carrera y carrera, cuando se les pregunta individualmente desvelan su preocupación. "Yo tengo facturas que pagar. Es un tema difícil, pero nos han dicho que se va a solucionar. El año pasado también había problemas y al final siempre se nos pagó", reconoce Thomas.

Martin, por su parte, quiere despejar que la plantilla ni piensa en dejar de entrenar: "Ni se nos pasa por la cabeza. Estamos en este bache juntos y vamos a salir adelante".

"Intentamos llevarlo sin que nos afecte. Debemos concentrarnos en los entrenamientos, pero claro que influye. Es muy desagradable, pero queremos confiar en la directiva", dice Manolo Hussein, que ya sufrió problemas similares cuando entrenaba al Albacete. Beechum y Hansen señalan que la situación debe afrontarse con "paciencia".