El Roma cayó por primera vez en su campo desde el 28 de septiembre del pasado año, al ser derrotado por el Manchester por 0-2, en partido de ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones, en el que puso ganas, voluntad y pundonor, pero en el que triunfó la sangre fría del conjunto inglés. El resultado pone al Roma muy cuesta arriba el pase a semifinales en el encuentro de vuelta, donde quizás deba estar más pendiente de no encajar otro 7-1 como el que soportó el año pasado en Old Trafford, cuando fue eliminado de esta misma ronda. Habrá quien le eche la culpa a la ausencia del indudable alma del equipo, su capitán Totti, si no fuera por ese 7-1, una espina que los del Roma, antes del partido dijeron querían quitarse. Ya tienen dos.