Cuando Manuel Mosquera saltó al césped del Francisco de la Hera tras su presentación, lo primero que le pidió a la afición de Almendralejo es que volviera lo que él siempre ha llamado la ‘mano gigante’. Así define el gallego a la afición azulgrana, capaz de mantener en pie a su equipo, incluso cuando los momentos se ponen muy cuesta arriba. Como ocurrió ante el Almería. «Sabía que íbamos a ganar. Estaban todos con nosotros», respiró tras el partido.

La grada no falló. Nunca lo hace, para decir la verdad. Pese a las inclemencias del tiempo, con frio, viento y lluvia, diez mil gargantas apretaron de lo lindo y empujaron al Extremadura a un triunfo vital. No sólo de Almendralejo, sino de todos los puntos de la región vinieron al Francisco de la Hera a dar un aliento de esperanza a los azulgranas en esta exigente liga.

La magia de esa ‘mano gigante’ ha vuelto con Manuel. El Extremadura era el peor equipo como local antes de la llegada del técnico, pero desde que se sienta en el banquillo, el Extremadura ha ganado los dos partidos de casa disputados: Córdoba y Almería. «Posiblemente no hemos hecho el mejor encuentro. Veníamos de hacer grandes partidos y reforzados por el juego, pero no el resultado. Pues hoy al reves. Lo importante era ganar. Hemos sabido crecer en las dificultades en muchos tramos del partido. Y eso es algo muy de valorar», dijo el gallego.

El míster azulgrana reconoció que, en ocasiones, la presión por ganar pudo influir en el juego y no dudó en reconocerlo. Se congratuló por los cambios, que otra vez le dieron una vuelta de tuerca al encuentro. «Sigo pensando en que tenemos un equipazo y que, ponga al que ponga, lo puede hacer bien».

Abrazo sincero

Del ostracismo a héroe a pasado Lolo González, un joven sanluqueño que ha estado en blanco en sus dos primeros meses como azulgrana y ha realizado dos partidos señoriales ante Osasuna y Almería. Ayer fue el partido perfecto para él, con gol solitario y victoria. Entre la pena máxima de Perea y el lanzamiento del penal pasó un tiempo eterno: «pero sabía que lo iba a meter. No tenía nada de nerviosismo y sí mucha confianza», apunta el sanluqueño. Mucha culpa de que esté en Almendralejo la tiene Kike Márquez, amigo y compañero, un tipo que avala su fútbol y destreza. Ambos, tras el gol de Lolo, se fundieron en un abrazo pasional que demuestra el cariño, respeto y admiración que se tienen. Un abrazo de agradecimiento mutuo. El de Lolo, por saber que Márquez es alguien que apuesta por él. Y el de Márquez por un gol que sabe a gloria.

Leyenda

En el palco de autoridades presenció el partido Raymond Kalla, leyenda del CF Extremadura en Primera y Segunda División. El que fuera internacional y mundialista con Camerún, vino a Almendralejo para apoyar a su amigo y ex compañero Manuel. Se reencontró con Pedro José, con el que también compartió vestuario. Y se llevó una tremenda ovación de una afición que no olvida su tremenda implicación hace ya más de 20 años. Kalla, que sigue teniendo una casa y muchos amigos en Almendralejo, vuelve cada vez que puede a tierras extremeñas. Vuelve porque se siente querido por una ciudad que no olvida.