Preocupado, pero optimista. Así compareció ayer Manuel Sánchez Delgado, Manolo , a su encuentro semanal con los medios de comunicación para hablar del próximo partido del Cacereño. La cita de mañana frente al Vecindario (12.00 horas, Príncipe Felipe) se ha tornado inesperadamente tensa, con unas urgencias impropias de la cuarta jornada. Y es que nadie esperaba estar a estas alturas con cero goles, cero puntos y últimos en la clasificación del grupo I de Segunda División B.

Al temporal, Manolo prefiere poner buena cara. "Está prohibido perder. Estoy convencido de que vamos a ganar. El equipo se ha conjurado para salir cuanto antes de abajo, porque si no luego va a ser muy difícil", reiteró, afirmando que durante toda la semana él y los jugadores han buscado soluciones a lo que le ocurre sobre el campo. "Hemos hecho un análisis profundo y espero una reacción, porque necesitamos una victoria ya", contó.

Más que por el resultado, la derrota de Lugo (2-0) escoció especialmente por la imagen ofrecida. Pero eso ya es pasado. Ahora toca mirar a un oponente más asequible en teoría: "El Vecindario, por objetivos y con todo el respeto, está más en nuestra liga que los tres a los que nos hemos enfrentado. Los equipos canarios son técnicos, pero tradicionalmente más fuertes en su casa".

"Nos jugamos mucho más que tres puntos. Es un partido clave para liberarnos de la tensión acumulada por la situación en la tabla", resumió el técnico cacereño, que, preguntado por si se siente cuestionado, eludió los paños calientes . "La mía es una profesión apasionante, pero también muy inestable. Sé que dependo de los resultados, pero no me desgasto en pensarlo. Mi trabajo se centra en mejorar a este equipo", indicó.

REALISMO Manolo volvió a argumentar que no se puede esperar que el Cacereño esté arriba. "Hay que saber de dónde venimos: de salvarnos en la última jugada del último partido. La paciencia es una virtud", dijo, manifestándose sobre todo "tranquilo" pese a la situación.

En sus planes está al menos introducir "tres o cuatro cambios" respecto al once inicial de Lugo. Rai, que no termina de recuperase de su tendinitis, y Sergio, con una inflamación en un tobillo, son los únicos jugadores no disponibles. El transfer de los brasileños Alberto y Paulo no ha llegado aún. Según las últimas versiones, el problema es más bien que no tienen las cartas de libertad de sus anteriores clubs.