Las posibilidades de supervivencia del Baloncesto Femenino Badajoz pasan por Manuel Aguirre Eizaguirre, que podría gestionar el club. Nacido en el País Vasco, reside en Cáceres y es árbitro de baloncesto, pitando encuentros de la Primera División Autonómica en Extremadura.

Su vinculación con el club pacense le llega a través de su esposa, la jugadora Nereida Ramírez, que ha militado esta temporada en el Baloncesto Femenino Badajoz con un gran rendimiento.

Aguirre se dirigió a la directiva que preside Pepe Ramos, ante el anuncio de ésta de dejar la entidad, y su objetivo es mantener al equipo en la Liga Femenina 2, con Fernando Méndez como entrenador. En principio, el resto de los directivos renuncian a seguir y sólo se quedaría Ramos como enlace hasta que se pueda inscribir al equipo en la categoría de plata, con la fecha límite el 9 de julio. Ramos ha pedido apoyos económicos en el Ayuntamiento de Badajoz para que apoye el nuevo proyecto y está a la espera de respuestas.

El presupuesto y los objetivos serían menores que en la campaña anterior, con la meta de la permanencia. Las plantillas están hechas y quedan pocas jugadoras libres, por lo que sería un año de transición para que no desapareciera el club, y planificar un proyecto de futuro.