Vuelve a estar cuestionado Manuel Mosquera en el banquillo del Extremadura, pero el técnico gallego, lejos de caer en el nerviosismo, es un tipo positivo y sereno en situaciones complejas. De hecho, la receta de la serenidad, es la que trata ahora de inculcar a su nueva plantilla para convertir las buenas fases de partido sin frutos que ha cosechado en las primeras dos jornadas y que sean puntos en forma de victorias a partir de este domingo en Villarrobledo.

«No podemos dramatizar este tipo de situaciones ni tirar todo por la borda cuando acabamos de empezar la liga. Hay que usar la serenidad. Es decir, tener las ideas claras, saber qué hay que hacer en cada fase del partido. Si el encuentro se pone en contra, saber cómo reponerse a la adversidad. Y si se pone a favor, saber cómo gestionar los partidos. Eso es algo que pienso debemos de aprender ya», reflexiona.

LAS INSCRIPCIONES / Manuel ha tenido una doble buena noticia esta semana. Los jugadores José García y Liam ya han resuelto sus problemas federativos con la tramitación de sus fichas y podrán ser alineados en Villarrobledo, si él lo considera oportuno. «Es una gran noticia por todo. Para cambios, para alineaciones, pero sobre todo, para el trabajo con los compañeros. Os aseguro que no es fácil tener a compañeros trabajando con otros que saben que no pueden jugar. Ni unos están a gusto, ni los otros tampoco. Y eso es uno de los condicionantes que hemos tenido en contra», confesaba el técnico.

Sobre la suplencia de Elías el pasado fin de semana y su no concurso ante el Badajoz, recordó que tiene un equipo donde no hay ni titulares ni suplentes y que, en cualquier momento, pueda usar a cualquier jugador. Otro nombre que salió en sala de prensa fue el del joven Viera, un futbolista que el año pasado era del filial y que tuvo minutos con el cuadro pacense, pese a salir de una lesión de rodilla: «es un jugador que a la gente le va a encantar. Es físicamente fuerte, potente y va bien de cabeza. Su único déficit ahora es el estado físico y el idioma. Estamos trabajando en todo ello».

También espera que sus jugadores estén heridos en su orgullo por lo sucedido durante la primera parte del encuentro ante el Badajoz. El entrenador recordó que su equipo perdió toda la personalidad en el campo «y esa sensación de seguridad que hemos de tener porque no pueden aparecer presiones añadidas». Confía en que «en Villarrobledo podamos hacer un partido que redondee ese buen trabajo que estamos haciendo».

El equipo entrena este sábado por última vez en la ciudad deportiva de Almendralejo antes de partir a Villarrobledo. El partido es este domingo, a las 12.00 horas, a puerta cerrada.