No hay motivos para encender las alarmas ni tan siquiera para dar toques de atención, pero la travesía de Manuel Mosquera por el Extremadura había sido tan dulce desde que llegó en febrero que ha resultado hasta raro ver que una dinámica negativa de marcadores haya alimentado algunas dudas en el equipo. «Si hubiéramos ganado todo nos creeríamos que habríamos encontrado la fórmula secreta. Y no es así. Igual soy raro para estas cosas, pero hasta en los momentos malos se extraen cosas buenas. Esto nos sirve para saber que todo lo bueno que se hacía antes no venía por arte de magia, sino fruto del trabajo y sacrificio. Pues ahí debemos volver», remarca el entrenador gallego.

El técnico trata de hallar soluciones al gris inicio liguero donde el Extremadura sólo ha sumado un punto de nueve posibles. Reconoce Manuel que «no hemos hecho tres partidos malos, pero sí momentos malos de partido. No obstante, el equipo compitió bien para no perder, pero este es el fútbol y sus circunstancias. No me detengo mucho más. Nos obliga a revisar todo muy bien y a pensar ya en el Numancia».

Es una situación nueva para Manuel este momento de la temporada donde ha de gestionar unas emociones ligeramente más negativas por las derrotas. Lo que no permite es que se dude de sus jugadores y si hay algún culpable, «la responsabilidad es mía».

Manuel no quiere detenerse mucho en la polémica jugada en la que el Cádiz no devolvió la pelota y generó el córner del gol en el descuento, pero tampoco evitó una reflexión interesante: «los pactos de caballero y honor, en ocasiones, nos los cogemos con papel de fumar. Cada uno hace lo que considera conveniente. No hemos perdido por esa jugada, lo tengo muy claro. El Fuenlabrada, por ejemplo, nos dijo que no enviarían ningún balón fuera. Y yo les anuncié que, si había algún caso, yo sí lo echaría fuera. Creo que es lo que hay que hacer y no me van cambiar. Otra cosa es lo que pueda pensar en un momento determinado un jugador mío a 200 pulsaciones. La jugada salió así y ya está. Ahora sólo me importa el Numancia».

Caballo / También se muestra satisfecho por la llegada de Diego Caballo El lateral izquierdo salmantino, de 25 años, llega en propiedad tras desvincularse del Deportivo y firmar por una temporada más dos opcionales por el cuadro de Almendralejo. «Es una gran incorporación que nos completa el equipo. Es un jugador de recorrido, que no sólo centra muy bien, sino que siempre está pensando en poner balones. Es centrador, profundo, con buena técnica de balón y con gran experiencia. Además, valoro también el esfuerzo de la dirección deportiva de traerlo en propiedad, algo que centra más al jugador en un club», dice Manuel que no lo ha tenido como técnico, aunque sí coincidió con él en el Depor.

La incorporación de Caballo deja una plantilla de 24 jugadores, más larga de las previsiones de Manuel: «soy de los que piensa que 24 no es un problema, sino más gente a elegir. El bendito problema es elegir a once titulares y 18 en convocatoria, pero en ese sentido mi equipo de trabajo es muy exhaustivo y minucioso. Una vez que hacemos una lista, se hace con el convencimiento de elegir lo mejor para el equipo. Los jugadores lo aceptan».

Manuel Mosquera avisa de que podría haber cambios en el once de cara al sábado y pide a la afición que apoye y arrope al equipo. «Tenemos una buena mentalidad y la afición lo verá. Quiero que piensen en positivo y que arropen a los nuevos para ganar. Esta afición es especial, cuida a los suyos, por eso somos diferentes en Almendralejo».