Bastaron veinte minutos de conferencia de prensa para deducir qué va a aportar Manuel Mosquera como entrenador del Extremadura: «Nosotros seremos los leones que corran en el campo. No podemos tener límites. Tenemos que ser ganadores. Ganar, ganar y ganar. Y no pueden desviarnos los partidos que resten, sino focalizar la energía en el partido que viene. Debemos ser muy intensos y apretar, correr, presionar y luchar todos juntos. Eso es el Extremadura».

Es una evidencia que si hay alguien que pueda impregnar el ADN que ha caracterizado al jugador del Extremadura a lo largo de su historia, esa energía repleta de coraje y garra, ese es Manuel Mosquera, embajador de esa idiosincrasia. El técnico gallego tiene claro que sus jugadores han de convencerse de que pueden ganar a cualquier rival, pero sobre todo que el esfuerzo sea la premisa número uno sobre el verde.

Manuel, que ha firmado por lo que resta de temporada y otras dos más, ha querido agradecer a la directiva del Extremadura la oportunidad que le ha confiado para tratar de mantener al equipo en Segunda. Ha reconocido que el pasado año ya hubo un contacto para que fuera técnico azulgrana y que, en aquella ocasión, Manuel lo rechazó por circunstancias profesionales.

«Tengo la sensación de que en la vida las cosas no pasan por casualidad. No sé si es el momento o no. Eso no se elige. Lo importante es que estoy aquí. Ahora es momento de mirar hacia adelante y no hacia atrás», puntualizó.

Recibimiento / La llegada de Manuel ha causado un cúmulo de emociones entre todos aquellos que vivieron de cerca los maravillosos años del Extremadura de los 90. Un centenar de aficionados, especialmente los más fieles y románticos, se acercaron al Francisco de la Hera para darle la bienvenida a Manuel Mosquera en su primer día de vuelta en Almendralejo.

La afición le recibió con una bonita ovación y Manuel correspondió con unas palabras a la grada: «quiero que seáis esa gran mano gigante que ha sostenido siempre al Extremadura en los partidos. Vamos todos juntos». Manuel, en su etapa como jugador, siempre se refería así a la afición de Almendralejo, que en los buenos y malos momentos siempre apoyaba a su equipo.

Sobre su estilo de entrenador, Manuel ha comentado que «un entrenador tiene que tener muchas cosas, pero sobre todo debe ser un gestor de recursos humanos. Es el que tiene que decir a los jugadores qué, dónde, cuándo y por qué. No sólo va a ser correr, sino hablaríamos de atletismo. Está claro que si estoy aquí es porque las cosas no han ido bien, pero tampoco están tan mal. Hay una plantilla de 25 jugadores y de todos vamos a sacar el máximo rendimiento».

Manuel, que llegó al Francisco de la Hera media hora antes de su presentación, tuvo ayer la primera toma de contacto con los jugadores en el estadio. Hoy, desde las diez de la mañana, se enfundará el chándal para comenzar su trabajo en el césped.

El nuevo técnico azulgrana sabe que hay un partido muy importante el domingo ante Las Palmas y que va a requerir de todo su cuerpo técnico para tomar las mejores decisiones. El cuerpo técnico continúa al completo. Eduardo Vílchez y Pedro José serán sus ayudantes, Dani Chamorro el preparador físico y David Valle, el entrenador de porteros.

Pedro José, amigo y compañero de Manuel, dijo del gallego que «además de ser una persona que dice las cosas muy claras y sin rodeos, es un tipo carismático y muy buena persona. Lo van a respetar en el vestuario».

La etapa de Manuel ha comenzado. La ilusión se enciende en el Extremadura, ese club donde la esperanza nunca acaba.