No fue una rueda de prensa al uso. El momento era emotivo para los dos, amigos desde pequeños, pero permitió momentos muy divertidos. Como cuando Marc López quiso recordar el día en que conoció a Rafael Nadal. "Él tenía 14 años", comenzó Marc. "No, no, yo creo que tenía 12", replicó Rafael. "No, no, tenías 14, me pidieron que jugara un set contigo en el torneo de Barcelona... y te gané por 6-0". "Siempre cuenta lo mismo -replicó de nuevo Nadal- pero creo que yo tenía 12 años".

Los dos amigos se llevan cuatro años, pero eso no importa ahora, ni la verisimilitud de la divertida anécdota. Los dos son ahora campeones olímpicos tras un torneo impecable en el que han reverdecido viejas sensaciones y en el que han triunfado a pesar de tener muy pocas ocasiones de jugar juntos. Pero la amistad, inalterable, permanece.

"Hay un gran 'feeling' entre nosotros, y eso es importante en los dobles. Con Rafa nos conocemos bien y casi no se ha notado que jugamos muy poco juntos", aseguró Marc. "Es uno de mis mejores amigos y es un momento muy especial poder vivir esto con él. Nos hemos divertido y hemos peleado juntos por esta medalla", añadió Rafa. "Soy increíblemente feliz de poder compartir un momento así con uno de mis mejores amigos, será un premio inolvidable para el resto de mi vida", anadió el mallorquín.

Marc López también rebosaba felicidad... y agradecimiento. "Soñaba con ganar un Grand Slam, y lo he hecho este año en París conFeliciano López, y soñaba simplemente con estar en unos Juegos Olímpicos, y no solo he podido venir, aunque un poco de carambola, sino que he tenido la mejor pareja posible, la pareja soñada. Lo he aprovechado y por eso tengo esta medalla colgada en el cuelllo", reconocía el mayor, pero más pequeño, de los dos. "Ahora mismo soy el hombre más feliz del mundo", reconocía Marc, que cumplirá las dos promesas que había hecho: tatuarse unos aros olímpicos ("aunque serán perecederos, no me gustan los tatuajes") y raparse la cabeza al cero ("lo haré, ningún problema, pero ahora tengo que ir a Cincinnati").

Nadal también rebosaba felicidad, aunque aún no ha acabado su trabajo. Le queda el individual, con la semifinales este mismo sábado ante el argentino Del Potro. "Hace 25 dias estaba en casa, casi sin poder entrenarme, y ahora tengo esta medalla de oro, gracias a la ayuda de Marc, y estoy en semifinales de individuales. Para mí, esto tiene un mérito enorme porque, con muy pocos entrenamientos, he puesto una actitud fantástica en todos los partidos".