Marcello Lippi, tras sus dos años sabáticos, vuelve a hacerse cargo de la selección italiana de fútbol, sustituyendo en el puesto a Roberto Donadoni. El regreso de Lippi, de 60 años, al banquillo azzurro era la única solución que podía devolver la ilusión a una selección nacional hundida en el desánimo tras su eliminación, a manos de España, en los cuartos de final.