"Han sido 15 minutos en los que hemos perdido el sitio, con un estado de nervios que no es normal en gente con tanta experiencia". A Angel Marcos, entrenador del Cacereño, se le intuía apesadumbrado, aunque tranquilo porque dice seguir teniendo confianza en su equipo. Casi tanto como cuando, antes del choque, charlaba con Juan Marrero, técnico del Arroyo, también derrotado el sábado en el debut de los blanquiazules ante el Linense (1-0).

"En la primera vez que llegan nos hacen gol. En el segundo tiempo, en el 1-3, también", se lamentó Marcos en la sala de prensa mientras los directivos del Cacereño repudiaban la "mala fortuna". Tal y como hacía Antonio Martínez Doblas en el descanso, en el que confiaba en la remontada. Pocos se quejaron de la instalación en una tarde en la que el club no recibió reproche alguno de la afición. El diputado de Deportes, Alvaro Arias, la institución anfitriona, también esperaba que todo cambiara. No pudo ser al final.

La tarde, aunque algo calurosa, no deparó mal espectáculo, según los presentes, entre los que se encontraban técnicos como Agustín Izquierdo o el propio Juan Marrero. También el nuevo secretario general de la Territorial Extremeña de Fútbol, Alberto Montes, representante de la propia federación en el encuentro. La lectura del encuentro coincidía en el lamento general para un estreno que despertó siempre sensaciones contradictorias y en el que las críticas se las llevaron los defensas verdes.

"En el primer tiempo no hubiera extrañado un 1-4 o un 1-3", dijo por su parte el técnico del Algeciras, Manolo Sanlúcar, que calificó de "gran equipo" al Cacereño. Mientras tanto, los futbolistas del CPC se quejaron del gol anulado a Checa. Marcos dijo no tener todos los elementos de juicio para valorarlo.