El piloto finlandés Marcus Gronholm, al volante de un Peugeot 206 WRC, y con un tiempo de 3 horas, 45 minutos y 21 segundos se adjudicó el rally de Nueva Zelanda, puntuable para el campeonato del mundo de la especialidad que lidera su compañero de equipo, el británico Richards Burns.

Gronholm, actual campeón del mundo, dominó el rally neozelandés desde el primer tramo, beneficiado en parte por el abandono en el decimocuarto tramo del estonio Markko Martin (Ford Focus) por una avería mecánica cuando tenía ya al finlandés en su punto de mira (a 26 segundos) y por el accidente sufrido por el español Carlos Sainz (Citroen Xara) en la segunda jornada del rally que le hizo perder casi 14 minutos y, con ello, toda posibilidad de luchar por la victoria.

El vencedor se limitó en los tramos de la jornada final a mantener su ventaja sobre sus más directos rivales.