Cómo no. También en la vida de la gente del deporte adquieren vital importancia las parejas. La mayoría en la sombra, aguantan estoicamente la presión a la que están sometidos sus respectivos cónyuges e incluso participan, cual consejeros, en grandes decisiones. Suelen estar ahí siempre. En Cáceres lamentamos este fin de semana una muy mala noticia, no por esperada: la muerte de Mari Carmen Serrano, mujer de José María Bermejo, el presidente con el que el Cáceres CB alcanzó la ACB. Mari Carmen, hija del no menos histórico personaje deportivo local Juan Serrano Macayo, era una mujer a una sonrisa pegada. Con exquisita educación y talante, de una cercanía extraordinaria, ella vivió también muy intensamente aquellos 11 años inolvidables, siempre a la sombra, pero siempre ahí. Aconsejó a Bermejo y éste, en más de una ocasión, dedicó los triunfos a su 'otro yo'. Recuerdo que lo hizo tras vencer, por ejemplo, en la pista del Milán. Con Mari Carmen se va la otra cara del deporte, la del sacrificio personal en aras de la causa colectiva.