Hizo podio en Catar con una moto que empezó siendo una cafetera. Venció magistral en Argentina con una moto que ya le empieza a gustarle. Y ha llegado a su circuito preferido, el precioso, largo y veloz trazado de Austin (Tejas, EEUU) donde nunca, nunca, ha perdido, y ayer dejó a todos sus adversarios a casi un segundo. Sí, Jorge Lorenzo (Yamaha), vencedor en Losail y, dicen, futuro piloto de Ducati, acabó quinto a 0.867 segundos y su compañero, Valentino Rossi, sigue a la misma distancia del año pasado, a un segundo, concretamente a 0.940 segundos en la sexta posición.

Márquez demostró ser el capitán América y de qué manera. El campeonísimo de Cervera acapara en Austin números que ningún otro piloto, ni siquiera, el Doctor, ha contabilizado en cualquier circuito del mundo. Márquez, que ha ganado las nueve carreras que ha corrido hasta ahora en EEUU (tres veces en Austin en MotoGP, tres veces en Indianápolis en la categoría reina, una vez en Laguna Seca en MotoGP y dos veces en Moto2 en Indy), ganó ayer su entrenamiento número 14 de los 16 que ha disputado en Austin. Solo dejó de ser primero en el FP3 del 2013 (le venció Dani Pedrosa) y en el FP1 de 2015 (le aventajó Andrea Dovizioso). Todos los demás ensayos, incluidas las tres poles position, han caído de su lado, como las victorias consecutivas en carrera del 2013, 2014 y 2015.

«Este trazado me ha encantado desde el primer día que me pidieron que viniese a probarlo antes de que llegase el Mundial», comentó Márquez, al que le gusta Estados Unidos y sus deportes de motor, elcross indoor y el dirt-track, del que es un maestro y con el que se entrena para practicar, como ya se le puede volver a ver en Austin, donde ya pilota acariciando el asfalto con la rodilla, el codo y hasta el culo, su agresivo pilotaje, que le ha colocado como líder del Mundial y, pronto, como gran favorito, pues la Yamaha, que arrancó explosiva en Losail, falló en Argentina y en Austin dio muestras de tener dificultades, pese a contar con el tricampeón del mundo y el nueve veces campeón azzurri.

MÁRQUEZ, VELOZ ENSEGUIDA

Márquez, que reconoció ayer que «esto solo acaba de empezar y todo el mundo mejorará mucho, seguro», no se ha dejado intimidar por ningún adversario en un trazado muy rápido, en el que debería notarse más el poder, los 350 kilómetros por hora que alcanza la Ducati Desmosedici GP16, y mantiene a distancia, a 0.706 y 0.861 segundos, a los dos jóvenes de moda, el impetuoso Andrea Iannone (Ducati) y el catalán Maverick Viñales (Suzuki), posible sustituto de Lorenzo en Yamaha en el 2017.

Y eso que Márquez, que protagonizó ayer su tercera caída de la temporada, sufrió ese despiste justo cuando estaba a 100 metros de lograr su vuelta rápida, mejor que el 2.04.560 minutos con el que dejó boquiabierto a todos. «Marc se encuentra aquí en la gloria, es más, si viniésemos aquí y corriésemos sin hacer un solo entrenamiento, sus rivales no tendrían nada que hacer, pues Marc es velocísimo desde la primera vuelta», señaló, con una sonrisa en su rostro, Livio Suppo, uno de sus jefes en Repsol-Honda.