Márquez hizo ayer historia al arrebatarle a Jorge Lorenzo la pole española más temprana de la historia. El mallorquín la consiguió, con 16 años y 159 días, en Malasia en el 2003. Marc, que se abrazó a su padre, Julià, nada más bajarse de su KTM, lo logró en el mítico Le Mans con 15 años y 89 días.

Y, como primer premio, fue invitado a la mesa de los mejores. Y allí se subió. Y allí recibió el Tissot de los mejores y hasta otro reloj para su padre porque, tal y como dijo el ejecutivo de la marca de relojes, "tu padre merece un premio por tener un hijo tan rápido, tan precoz, tan bueno". "A mí este niño me flipa", cuenta Angel Nieto, "porque tiene una cabeza privilegiada para esto".