Está lanzado hacia su primer título mundial. Hasta que el campeonato aterrizó en Mugello, hace ahora poco más de un mes, todo el mundo se preguntaba cuándo este muchacho de Cervera, de 17 años, iba a conseguir romper el maleficio y ganar su primera gran premio mundialista. Fue allí, en el jardin del mítico Valentino Rossi, donde Márquez, que había empezado mal la temporada al caerse en Jerez por culpa de la rotura del tubo de escape de su Derbi, protagonizó su bautismo mundialista con su primera victoria. Ahí empezaba un palmarés que todo el mundo augura brillante, portentoso. Tanto que hoy, en Montmeló, ante los suyos, ha conseguido su cuarta victoria consecutiva, se ha convertido, por vez primera en su vida, en líder del Mundial de la pequeña cilindrada, ha logrado la victoria número 150 española en 125cc y ha superado el récord de Rossi, al convertirse ya en el piloto más joven de la historia en lograr cuatro triunfos consecutivos en 125cc.

Márquez, que ha liderado la carrera de principio a fin, del semáforo a la bandera a cuadros, y que ha ido sumando segundos de ventaja con respecto a sus tres perseguidores (Bradley Smith,Pol Espargaró y Nico Terol) hasta cruzar la meta con 4.638 segundos sobre el joven británico, ha reconocido al final que "no pretendía abrir hueco tan pronto, simplemente quería que el grupo de candidatos fuese lo más reducido posible". Márquez se ha sentido el hombre más feliz del mundo "pues he dado una gran alegría a los mios y a la afición que tanto me quiere y me sigue". Pese a todo, tanto Marc, como su manager Emilio Alzamora, quieren mantener "los pies en el suelo porque esto solo acaba de empezar".

El muchacho de Cervera lidera el Mundial con 132 puntos, uno más que Espargaró y 14 más que Nico Terol que, en la última vuelta, se ha caído mientras peleaba con Smith y Pol por el podio.