I piccolo bastardo sigue haciendo de las suyas. Fue Valentino Rossi, el Doctor , quien descubrió de qué mal iban a morir. O, al menos, sufrir. Fue en los primeros test de Malasia, allá por el mes de febrero, cuando Marc Márquez estrenó su Honda RC213V y se puso delante. "Nada de temporada de transición. Este niño ha venido a quedarse. Y va a tratar de ganar el título este mismo año", anunció.

Han pasado los meses, los grandes premios, han ido cayendo los récords de poles, podios y victorias de todos los rookies habidos y por haber, y Márquez sigue asustando al personal. "Inalcanzable", dijo Jorge Lorenzo al bajarse de su Yamaha y ser batido por más de medio segundo, cierto, a una sola vuelta, por el bicampeón de Cervera. "Ha hecho una vuelta impresionante", reconoció Dani Pedrosa, al que le tocaron hasta tres ruedas defectuosas y deberá apretar, desde la segunda fila, para intentar no perder el tren de los magníficos. "Es otra cosa, otro rollo, a mí ya no me impresiona porque me lo espero todo", dijo su amigo Vale .

Márquez sale a vuelta rápida, a pole, a récord por GP. Y Misano no iba a ser diferente. No hay mejor defensa que un buen ataque. "Un día de estos me tendrán que atacar. Pero yo seguiré siendo el mismo Marc Márquez, solo sé correr al ataque, buscando la victoria", indicó.