"Puede que yo haya sido un poquito agresivo con Iannone, puede, pero Bradl me ha pegado una en la maneta del freno delantero que por poco me tira, suerte que lleva protección, y De Angelis, bueno, De Angelis me ha dejado su rueda delantera marcada en el mono, mira, mira...", contaba Marc Márquez, dando la espalda a su interlocutor y mostrando, en efecto, la parte del mono que cubre su hombro derecho totalmente rasgada y marcada como si una rueda hubiese pasado por encima suyo. Y casi.

"Ha sido una carrera al límite", explicaba el campeón de Cervera, que aprovechó salir desde la pole para meterse enseguida en cabeza del grupo. "Ha habido maniobras al límite, cierto, pero así son las carreras. No he ganado porque no he podido. Y punto. No voy a poner excusas".

Para Marc Márquez ser segundo en Brno, tras un viernes irregular, es casi una victoria. "Hasta ahora, en Moto2, no había tenido una carrera en grupo tan peleada. Podía haber acabado quinto, primero o irme al suelo", terminó diciendo Márquez, que en las cuatro últimas carreras le ha arañado 39 puntos a Bradl. "Aquellos cuatro ceros del inicio de temporada (Qatar, Jérez, Portugal y Francia) me enseñaron a valorar los puntos. Ser segundo es muy bueno, mucho". Y más si es a empujones.