Las alarmas empiezan a sonar fuerte en el Cacereño, aunque el club sigue confiando en técnico y futbolistas, con quienes se ha reunido este lunes. En seis jornadas se ha dejado por el camino 8 puntos, menos que la campaña pasada a estas alturas (10), pero muchos más si se tiene en cuenta que esta liga es más corta, al menos en su primera fase, y que se arrastra todo lo conseguido ahora para la segunda parte del campeonato.

El juego del Cacereño no acaba de despegar. Le cuesta generar ocasiones y más aún definirlas. Matar los partidos está siendo un suplicio. Y con todos esos ingredientes el domingo encajó en Arroyo de la Luz su segunda derrota de la temporada (1-0). «Creo que hemos hecho un partido dentro de las posibilidades que permite el campo, muy reducido, creo que hemos hecho un buen partido», dijo Julio Cobos, el técnico del CPC. Una explicación que no sirve al cacereñismo, que lo que quiere ya son resultados positivos. También los quiere Cobos, consciente de que el margen de error es mínimol. «Está claro que aquí no se permite errar mucho, porque de 38 [jornadas] pasamos a 20 y hay que sumar el máximo de puntos posibles. Está claro que el margen es cada vez menor».

Emulando a Luis Aragonés, el técnico verde dice que «lo que hay que intentar es ganar, ganar y ganar, intentar sumar todas las semana lo máximo posible». Pero solo sumar ya no le basta a un equipo que está a cinco puntos de la cabeza, del Diocesano, que incluso tiene un partido menos. «Está claro que cuantos menos partidos hay menor es el margen para poder fallar», añadió el de Valdehornillos, que ya piensa en el Trujillo, el rival que este domingo (12.00 horas) visita el Príncipe Felipe. Los trujillanos, colistas, se llevaron hace un año un empate del estadio verde.

La mejor noticia es que siguen recuperando jugadores. Jorge Barba fue titular por primera vez en Arroyo, donde Gustavo y Caco volvieron a sentarse en el banquillo, aunque ninguno de los dos llegó a jugar. Ya solo está en la enfermería Álex Caramelo. Cobos, además, cuenta con todo el respaldo del club, que sigue confiando en él para conseguir el ascenso.