ATLÉTICO DE MADRID - 2: Leo Franco; Perea, Heitinga, Ujfalusi, Pernía; Paulo Assuncao; Maxi Rodríguez (Banega, m. 80), Raúl García, Miguel de las Cuevas (Luis García, m. 80); ´Kun´ Agüero y Sinama Pongolle (Maniche, m. 66).

OLYMPIQUE - 1: Mandanda; Bonnart, Hilton, Erbate (Zubar, m. 46), Taiwo; Ziani, Cheyrou, Cana, Ben Arfa (Zenden, m. 51); Valbuena (Koné, m. 75) y Niang.

GOLES: 1-0, m. 4: Agüero. 1-1, m. 16: Niang. 2-1, m. 22: Raúl García.

ARBITRO: Tom Henning Ovrebo (Noruega). Amonestó al local Pernía y a los visitantes Ben Arfa, Taiwo y Cheyrou.

El Atlético de Madrid prolongó su sobresaliente vuelta a la Liga de Campeones con otro triunfo convincente, el segundo en otros tantos partidos de la fase de grupos, frente al Olympique de Marsella, al que el equipo rojiblanco derribó con los goles del argentino Kun Agüero y Raúl García.

Fue un buen regreso del máximo torneo europeo al estadio Vicente Calderón más de once años y medio después, porque el conjunto del mexicano Javier Aguirre ofreció más argumentos para sentirse, junto al Liverpool, uno de los dos favoritos del grupo D. De momento, suma dos victorias, cinco goles a favor y sólo uno en contra.

Da igual, por ejemplo, que Agüero no esté al cien por cien. Es un futbolista tan decisivo que marca las diferencias en cualquier momento. Suyo fue el 1-0 en el minuto 4.

TRAS POCO MERITO Mamadou Niang, libre de marca, no desaprovechó la primera ocasión del Olympique de Marsella para transformar el 1-1. El castigo fue inesperado, por las contadas apariciones del equipo francés por el área del argentino Leo Franco hasta ese momento, pero también momentáneo, porque el Atlético respondió en una falta lanzada por Pernía y tocada con el pie y en el primer palo por Raúl García para recuperar el dominio (2-1, m. 22).

En el camino hacia el descanso, no sufrió mucho más el equipo rojiblanco, bien cubierto en el centro del campo por el brasileño Paulo Assuncao y seguro en el eje de la zaga con el holandés John Heitinga (ya recuperado de sus molestias de rodilla, tras tres partidos de baja) y el checo Tomas Ujfalusi.

Antes del final de la primera parte, sólo un disparo de Niang, despejado con una ágil estirada por Leo Franco, inquietó el 2-1 del Atlético, que encaró la segunda mitad con la misma actitud, sin nerviosismo en defensa, con intensidad en el centro del campo y con Kun Agüero en el ataque en busca de la sentencia del partido.

CON PELIGRO De él surgieron dos ocasiones más en el inicio de la reanudación. Dos paredes del delantero, la primera finalizada con un taconazo de Maxi Rodríguez que salió a unos centímetros del poste y la segunda rematada con un disparo desde fuera del área del francés Sinama Pongolle y despejada por Mandanda, dieron más confianza al Atlético.

Ya la tenía en defensa, aunque alterada por momentos por el Olympique de Marsella, que inquietaba con acercamientos sin remate a la portería de Leo Franco, pero no asustaba lo suficiente al conjunto rojiblanco, salvo en un disparo de Valbuena o alguna arrancada de Niang, tan esporádicas como irrelevantes para el marcador.

Pero al Atlético de Madrid, aun así, le tocó sufrir hasta los últimos instantes del encuentro, sobre todo en otro lanzamiento del ariete senegalés, el futbolista más peligroso del Marsella en todo el partido, en el que el conjunto rojiblanco disfrutó con otro triunfo merecido para prolongar su fiesta entre los grandes de Europa.