Decir que lo de esta noche para el Cáceres Patrimonio de la Humanidad es una final, se queda corto. «Pequeño», dice Roberto Blanco. Para el técnico verdinegro, lo que su equipo pone en juego ante el Carramimbre Valladolid (Multiusos, 21.00 horas) es casi la vida. «Nos estamos jugando parte del futuro de muchos proyectos de este club, esa es la realidad». Sabe que muchos pueden ver en esa afirmación un extra de presión, pero lo cierto es que para un equipo que comienza la jornada penúltimo y después de encadenar cinco derrotas consecutivas, no cabe más presión: «Nos jugamos la vida y tenemos que saber convivir con eso».

Si hace siete días Blanco hablaba de una semana de conversaciones duras tras la derrota contra Huesca, después de la indolente actuación del equipo en Coruña lo que ha sucedido, dice, «es que nos hemos señalado con el dedo. Tenemos que levantar la cabeza y asumir nuestros errores, no podemos escondernos».

Tras cada derrota, Blanco ha asumido siempre su parte de culpa, aunque sabe que la responsalidad es de todos. «Ellos [los jugadores] deben reconocer su parte y la mejor manera no es hablando, ya dan igual las palabras, las palabras están ahí, lo que importa son los hechos». Y los hechos pasan por poner en práctica lo que se trabaja durante la semana, «excepcional» otra vez, asegura el técnico. «Lo que hay que hacer es no agachar la cabeza, sino levantarse y decir: ese soy yo, ese que va andando soy yo, ese que no defiende soy yo… y lo único que puedo hacer es levantar la cabeza y trabajar para que esto no vuelva a suceder».

LOS JUGADORES / El partido en Coruña dejó al menos la gran actuación de Dan Trist, MVP de la última jornada de la LEB Oro. La adaptación del australiano ya es total y ha demostrado que puede dar mucho al equipo. Pero para salir del hoyo es necesaria la actuación de toda la plantilla. «Ellos quieren al club y al equipo como el que más, que nadie dude de ello», dice el preparador en referencia al «nucleo duro», a los jugadores que llevan más años en el club y que quizás no pasan ahora por su mejor momento: Guillermo Corrales, Luis Parejo, Niko Rakocevic y Dani Martínez.

Bakary Konate, que se lastimó en tierras gallegas, apenas ha podido entrenar durante la semana, y TJ Sapp ha sufrido un pequeño esguince, aunque en principio ambos estarán a disposición de Blanco. También Cole Huff, que en Coruña apenas pudo jugar 8 minutos, ya que prácticamente acababa de aterrizar tras estar dos semanas en Estados Unidos.

AFICIÓN / El Cáceres espera que el Multiusos presente esta noche una gran entrada para empujar al equipo hacia la victoria. Para ello puso en marcha una campaña desde principios de semana por la que cada abonado total puede conseguir dos entradas gratis, y una los abonados normales. Además, los no abonados pueden adquirir dos entradas por el precio de una.

¿Cómo convencería Roberto Blanco a un aficionado para que acuda hoy al Multiusos? «Lo he intentado de muchas maneras y es difícil cuando no estamos dando un espectáculo como para que la gente se enganche», dice, pero asegura que la gente debe tener claro que en la plantilla hay jugadores que les han dado muchas alegrías «y no se les ha olvidado jugar al baloncesto. Además, hemos traído jugadores de muchísimo nivel, probablemente alguno de nivel ACB, y deben saber que el espectáculo va a aparecer. No me gustaría que ninguno de los aficionados al baloncesto se lo perdiese», añade el técnico, que asume la dificultad de convencer solo con palabras.

En cuanto al rival, el Valladolid, lo define como un equipo «muy ordenado, con las ideas muy claras en la pista y jugadores de un altísimo nivel». Llega a Cáceres tras superar al segundo clasificado, el Bilbao, aunque siete días antes había perdido contra el colista Prat.

El Cáceres está ante su final de finales, una de las últimas oportunidades de reengancharse a la lucha. «Tiene que ser ahora o nunca, por el momento, por nosotros, por nuestra afición. Este es el momento», dice Blanco. Y eso es lo que todos esperan.