Su rendimiento ha sido algo así como un ´termómetro´ del Cáceres 2016: empezó la primera vuelta mejor que la ha terminado. Su mes de noviembre resultó espectacular, pero no ha podido mantener ese nivel y el resto de jugadores lo han notado. Extremadamente irregular, en ocasiones se precipita y en otras ´amasa´ demasiado el balón. Como compensación, está teniendo su mejor año en ataque de los últimos tiempos con un 46% en triples que no se esperaba de él. La confianza del entrenador es total desde el mismo verano cuando se configuró una plantilla pensada para que tuviese totalmente el timón.