No son tiempos de grandes sorpresas en las últimas horas de un mercado de fichajes. Acostumbrados a una interminable cadena de negociaciones, unas interconectadas con otras, en esta ocasión, las últimas horas del mercado de fichajes en Segunda B han sido más tranquilas que nunca. Al menos, para los equipos extremeños. Y eso que los ofrecimientos nunca faltan.

En tiempos de covid-19, los clubs no están para derroches. Badajoz y Extremadura han animado ligeramente las últimas horas de mercado, pero sin grandes bombazos.

El Badajoz, quizá fruto de cierto nerviosismo que hayan podido ocasionar los últimos malos resultados del equipo en pretemporada, metió más carbón a su ataque con el fichaje de Isi Ros. El extremo murciano acabó decantándose por los blanquinegros por delante de otras suculentas propuestas para brillar en la categoría de bronce. Su fichaje, claro está provocó una salida más: la de Iván Casado, que ha estado sólo un año en Badajoz.

También activo ha estado el Extremadura en las últimas horas de mercado, pero más pendiente de colocar jugadores que de incorporarlos. Tras la cesión de Dani Molina al Recreativo, el Extremadura busca acomodo para Dani Vega, que no tendrá ficha con el primer equipo al tener las 16 senior ocupadas. El emeritense llegó este verano del Melilla. «A veces hay que tomar decisiones que pueden ser poco comprensibles, pero así está estipulado hoy el fútbol y lo hemos hecho con toda la coherencia y equilibrio del mundo», decía Manuel Mosquera, entrenador de los azulgranas, al respecto.

Hasta última hora, el Extremadura anduvo buscando un delantero sub-23 que paliara la salida de Airam Cabrera, pero se queda como estaba. Rocha también ha cedido su ficha para cuadrar el plantel y no podrá jugar, por lo menos, hasta enero.

Con respecto al Mérida, el equipo romano buscó un lateral sub-23 que pudiera doblar posiciones en esa parte de su defensa, aunque el gran objetivo de los romanos era colocar a José Gaspar, con el que no cuenta el técnico y que podría tener su destino en el Cacereño de su ciudad natal.

Por su parte, el Don Benito, recibió la llegada de Agustín Sosa como si de un fichaje de última hora se tratara. El lateral de 19 años llega cedido por el Club Atlético Temperley, de la Primera Nacional de su país. El Don Benito tiene muchas expectativas depositadas en este jugador.

Quizá, el equipo que más tranquilo ha estado en las últimas horas ha sido el Villanovense, que de la mano de Javier Álvarez de los Mozos ha confiado en gran parte del plantel que los ha devuelto a la categoría de bronce. La incorporación del central lateral Javi Lobato, hace días, fue el último fichaje.

La victoria 1-0 en pretemporada ante el Badajoz, con muy buena imagen, ha calmado ciertas dudas que pudiera tener la directiva del club serón.

El mercado de verano, atípico en tiempos de pandemia, echa el cierre sin grandes bombazos de última hora. Ahora toca jugar y, para fichar, habrá que esperar de nuevo hasta enero.