Se juega este jueves a puerta cerrada (18.00 horas, pabellón Multiusos) la vigesimoséptima edición del Trofeo Cáceres Patrimonio de la Humanidad entre el equipo de este mismo nombre, que milita en la LEB Oro, y su propio filial, el Torta del Casar (Liga EBA). Resulta imposible discutir la afirmación de que este torneo ha conocido épocas mejores, en las que equipos y jugadores de enorme prestigio lo llegaron a disputar. Cuando todavía no era una simple forma de cumplir el compromiso contractual con el ayuntamiento de la ciudad hubo grandes noches que no está de más recordar ahora.

Tiempos dorados

El trofeo que lleva el nombre de la ciudad se crea en 1993 y lo hace con un cartel casi inmejorable: el extinto Cáceres CB, que encaraba su segundo año en la Liga ACB, se enfrentaba al entonces campeón de Europa, el Limoges. Los jugadores dirigidos por Boza Maljkovic sudaron para superar a los extremeños (90-95) y eso que no faltaban figuras del baloncesto continental como Richard Dacoury, Sasa Obradovic y Michael Young.

La competición cogió volumen los años siguientes y se convirtió en una referencia como cuadrangular. El conjunto local se quedaba ‘en la orilla’ en su intento por ganarlo (derrotas en la final ante Caja San Fernando en el 94 y la Cibona en el 95) hasta que en 1996 pudo con el Oporto (87-75). En aquella edición participó el PAOK de Salónica con la futura estrella de la NBA Peja Stojakovic y viejas glorias como Scott Skiles.

La participación balcánica se hizo habitual. La Cibona volvió a ganar en 1997, pero doce meses después el Cáceres recuperó el título ante el Pivovarna esloveno y el Benston de Zagreg. De aquel 1998 data la única participación extremeña hasta hoy: la del Círculo Badajoz, entonces en la LEB, que fue eliminado en semifinales.

La bronca de Oscar

En 2001 hubo un momento horrible: la descarnada pelea, a poco de iniciarse el partido, entre Larry Stewart y el legendario Oscar Schmidt, a punto de retirarse con el Flamengo. Nadie entendió aquello tratándose de un amistoso.

El torneo siguió cogiendo cierto mal fario y pasó a ser casi un engorro. En el 2002, el Cáceres fue vapuleado por el Breogán (73-90) en lo que supondría un adelanto de su descenso unos meses después. Y en el 2004, otro resultado sonrojante frente al Fuenlabrada (50-75) fue el preludio la desaparición definitiva del club.

Hubo un año en el que ni siquiera hubo trofeo. En el 2006 se jugó sin el club local, trayéndose al Fuenlabrada y al Oliveirense de la mano del Ceres Basket. Pero con el nacimiento del nuevo Cáceres Ciudad de Baloncesto hubo un nuevo impulso y en 2008 se produjo la emocionante despedida del exverdinegro José Antonio Paraíso del público del Multiusos. Estaba en su último año en activo también con el ‘Fuenla’, que cayó aquel día además ante el refundado equipo local (69-67).

De Sevilla a Melilla

En esta última década dos equipos se han adueñado del cartel como rivales de un Cáceres que acabaría adoptado el apellido de «Patrimonio de la Humanidad», como el propio trofeo: el Baloncesto Sevilla --ahora Coosur Betis-- y el Melilla. Cada uno de ellos suman tres participaciones. Los andaluces ganaron siempre, incluyendo en 2012, cuando Kristaps Porzingis, ahora estrella en los Dallas Mavericks, disputó algunos minutos. También vencieron el 2015 y 2018. El Melilla ganó solo uno de los tres, en 2017, con la Ciudad Deportiva como provisional sede. Antes (2016) y después (la última edición, en 2019) cedió.