Mientras Force India anunciaba el regreso de Adrian Sutil para ocupar el último asiento que libre en la parrilla de F-1 para este 2013, Lewis Hamilton y Felipe Massa completaron una simulación de gran premio (112 vueltas) que finalizó con el Ferrari detenido en la pista de Montmeló. "Dimos una vuelta más de lo previsto para ver hasta donde llegaba la gasolina y, efectivamente, estaba bien calculada; me quedé sin poder regresar tras otra vuelta más", explicó el brasileño tras estacionar su F138 en la escapatoria.

"Lo importante sin duda era comprobar la fiabilidad y lo hemos hecho, pero la pista solo ha estado seca en la última media hora y así es muy difícil sacar conclusiones sobre dónde estamos respecto a los demás", añadió el piloto brasileño de la Scuderia .

SABADO, DIA DECISIVO Cuando la pista se secó, a Massa le quedaban ya pocas vueltas de uso a sus neumáticos, mientras que Mark Webber pudo montar, en los últimos 10 minutos, neumáticos blandos nuevos con los que pulverizó los tiempos, nada menos que un segundo y medio más rápido que el Mercedes de Hamilton.

El Red Bull estrenó una nueva disposición de escapes, con un afinamiento extremo de toda su parte trasera que, ahora sí, le dan un aspecto muy diferente al de los rivales. Ferrari pondrá en pista el sábado y el domingo (los dos últimos días de pruebas antes de partir hacia a Australia) las últimas evoluciones. "Hasta ahora apenas tenemos novedades en el coche, pero el sábado ya tendremos el paquete aerodinámico que llevaremos a la primera carrera de Melbourne y con la pista seca podremos sacar conclusiones. De momento solo puedo decir que Red Bull y Lotus se han mostrado muy fuertes hasta ahora". Esa es la conclusión de Massa y de casi todo el mundo en el paddock .

A la espera de las últimas mejoras en el F138, los coches rojos siguen un paso por detrás de los más rápidos. Eso sí, mucho mejor que en febrero del 2012. Es un consuelo.