Recorrió ayer las redes sociales un golpe increíble de Jon Rahm del martes en el hoyo 16. Un par 3 que, como esas piedras planas que se arrojan al lago, brincó sobre el agua al menos tres veces antes de saltar al 'green' y, tras una curva pronunciada, giró con parsimonia camino del fondo del hoyo. El lunes ya hizo un 'hole in one', pero nadie lo grabó. Este, en cambio, tenía cámaras filmando. Rahm, su caddie y su pareja de entrenamiento Rickie Fowler rieron eufóricos. Estaban relajados, en medio de esas prácticas tradicionales previas al Masters, y ese impresionante golpe acabó de alegrar la jornada. Otro motivo de celebración para el vasco en el día que cumplía 26 años.

Quién sabe si esos dos golpes prodigiosos permiten augurar un Masters triunfal para Rahm. Lo que es seguro es que si repite alguno así en competición no recibirá el aviso sonoro y entusiasta de los espectadores cercanos al hoyo. Por las precauciones sanitarias tan extendidas en los espectáculos deportivos, no habrá aficionados siguiendo las evoluciones del torneo, ni el característico estruendo que producen alrededor de los greens, lo que le dará a los cuatro días de golf otoñal un sabor a café aguado.

Los jugadores han rememorado esta semana lo mucho que van a echar de menos el ruido, el ambiente, el ardor de los fans. Phil Mickelson relató los rugidos que escuchaba en el 2004 camino hacia su primer título Masters. Podía sentir el suelo temblar, y la energía y mi cabello erizado y mi cuerpo casi temblando por la vibración del suelo, señaló el golfista, de 50 años.

Sin Sergio García

El covid impedirá la presencia de Sergio García entre los 92 participantes. Rahm se acordó de él en su comparencia de prensa, en la que mostró tener presente de que se cumplen 40 años del primero de los dos Masters que conquistó Severiano Ballesteros. Cinco chaquetas verdes se han ido a España, espero que, con suerte, pueda ser la sexta, dijo ambicioso. Otros dos correspondieron a José María Olazabal y un quinto a Sergio García.

No puedo mentir, me siento con bastante confianza, afirmó Rahm, número dos del ránking mundial. Creo que la mejor manera de explicarlo es que simplemente estoy feliz fuera del campo de golf, estoy feliz dentro de los límites ahora de esta pandemia, y también estoy feliz en el campo. He estado trabajando y jugando bien al golf y, con suerte, algo especial sucederá este fin de semana, añadió.

La defensa de Tiger

Defiende la chaqueta verde Tiger Woods, quien realizó un Masters espectacular el año pasado. Viene de realizar un año más bien triste de resultados. Pero en su turno ante los periodistas rememoró la emoción que le produjo poder abrazarse a sus hijos tras el último hoyo, enlazando con el que se dio con su padre 22 atrás cuando ganó el primero de los cuatro en su palmarés.

Entre los candidatos al título figuran el norirlandés Rory McIlroy, el número uno del mundo, Dustin Johnson, y el musculado Bryson DeChambeau, último ganador del US Open y capaz de golpear más lejos que nadie.