No fue un partido más para Miguel Angel Mateos el Cacereño-Plasencia del pasado domingo. Para el técnico de Malpartida de Plasencia era algo más que el derbi provincial cacereño, como ya comentó a sus jugadores durante la semana previa al encuentro. "Existe un regusto especial en ganarle al Plasencia porque he vivido allí momentos buenos y otros malos y además he tenido a mis órdenes a algunos de sus jugadores", matizaba el entrenador verde tras la victoria por 3-1.

Para el responsable del primer equipo cacereño su equipo tiene mayor "pegada" que la UPP y "eso se notó, porque nuestros jugadores tienen lo que hay que tener en el fútbol".

No quiso polemizar Mateos en su frío saludo con José Antonio Barbero, inquilino del banquillo placentino que años atrás ocupó él. "Llegaron tarde y apenas tuvimos tiempo de cruzarnos para hablar".

Por último, también eliminó tensiones respecto a Javi Méndez, uno de los perjudicados por Mateos: "es el jugador con el que mejor me entiendo, pero esperábamos más de él".