Tras la primera jornada de descanso en Andorra, la décima etapa del Tour con final en Revel tachó otra hoja en el calendario de los favoritos, quienes se mantuvieron en sus marcas, sin cambio alguno. Chris Froome, un día más, se enfundó el maillot amarillo que se discutirá a partir del jueves en el Mont Ventoux y en la cronometrada posterior. Hasta entonces, el ahorro de energía es el objetivo de los principales hombres de la general.

Una numerosa escapada, con nombres importantes, marcó el trayecto de 197 kilómetros. Una vez formada en el ascenso a Envalira, techo del Tour, tanto el Sky de Froome como el Movistar de Quintana,que tenían representantes en la avanzadilla, permitieron la aventura.

A partir de ahí, los hombres de la fuga, con Sagan, Avermaet, Matthews...corredores de gran nivel, hicieron su etapa. Por detrás solo se movieron el Iam y Directo Energie para los intereses de sus esprinters, pero el tren fue inalcanzable. Así que el grupo principal se dedicó a salvar el día con la máxima tranquilidad, El líder y los aspirantes a serlo llegaron a meta a 9.38 del ganador, Michael Matthews, plata en Richmond, batiendo por velocidad a uno de sus grandes ídolos, el campeón mundial y maillot arcoiris Peter Sagan.