La angustia se ha instalado en el madridismo desde que se cerró el choque de ida de cuartos en el Volkswagen Arena, donde el conjunto blanco se estrelló (2-0) ante un equipo de medio pelo que ahora se ve capacitado para hacer historia en su segunda participación en Champions. Enfrente, la fe en la remontada ha llevado a Real Madrid a reclutar a los jugadores, cuyos mensajes pretenden encender la chispa entre la afición para poder pasar a las semifinales y evitar un bochorno mayúsculo.

Con o sin espíritus de por medio, el Madrid no puede fallar (20.45 horas. Antena 3). Todos se han juramentado para no hacerlo. Cristiano habla de una noche "mágica y perfecta" y de una simbiosis con los 80.000 espectadores que abarrotarán el Bernabéu, un campo en el que el conjunto blanco no ha encajado un solo gol en la presente edición de Liga de Campeones, algo que Kroos recordaba en alemán como uno de los objetivos en el encuentro ante el Wolfsburgo.

Mientras, Zidane subraya que "ver la cara de los jugadores me quita presión". "No necesito hablar demasiado con ellos porque saben lo que tienen que hacer. Debemos tener paciencia, mucha cabeza y no pensar que vamos a pasar en 10 minutos. Estamos listos para jugar este partido", afirma el técnico francés. Zidane ha contestado a Klaus Allofs, director deportivo del Wolfsburgo, que insinúa que puede haber errores arbitrales. "No voy a hablar del árbitro. Va a hacer su trabajo e intentará hacerlo bien", ha apuntado el entrenador del Madrid.

MENSAJE DE SCHÜRRLE

A su favor están también los precedentes, que hablan de que en dos de las tres ocasiones en las que perdió 2-0 en la ida remontó en dos. Sin embargo, en el global de las remontadas, la última fue en el 2002 ante el Bayern Múnich en cuartos de final. Los blancos cayeron 2-1 en Múnich y vencieron por 2-0 en el Bernabéu, con Zidane en el césped.

En principio, nada indica que la empresa de meterle tres goles a un equipo que acaba de dar un paso atrás casi definitivo en sus opciones de clasificarse para la Europa League al empatar el sábado en casa ante el Mainz (1-1) tenga que ver con lo imposible. En ese partido de liga no jugó por sanción Draxler, el futbolista que sacó de quicio a Danilo en la ida, pero sí lo hizo Schürrle, que ha mandado un claro mensaje sobre las opciones de su equipo en el Bernabéu.

“El martes correremos por nuestras vidas. Va a haber fuego. Desde que ganamos al Madrid toda la ciudad habla solo de este partido Estaremos al 100 millones por ciento”, afirmó el jugador del Wolfsburgo. No olvida la machada que estuvo a punto de firmar el Schalke hace poco más de un año cuando se impuso 3-4 en el choque de vuelta de octavos en el feudo blanco. Un gol más del equipo alemán hubiera supuesto la eliminación del Madrid pese al 0-2 de la ida.

Ahora, después de haber dejado en la cuneta a los cuatro anteriores rivales alemanes: Schalke, Borussia Dortmund y Bayern Munich, en el 2014, y otra vez el Schalke, en el 2015, el Madrid está convencido de dar buena cuenta de un equipo cuya peor línea es la defensa, algo que no supo explotar el equipo de Zidane en la ida. Más problemas puede dar el Wolfsburgo en los contragolpes, con Draxler, que esta vez estará vigilado por Carvajaly no por Danilo, a quien el público del Bernabéu le recriminó su pésima actuación en la ida con pitos en el choque del pasado sábado ante el Eibar.

BENZEMA, LISTO

En la sesión de entrenamiento de este lunes, Zidane ha contado con toda la plantilla, entre ellos Varane y Benzema. El delantero sufrió un golpe en la rodilla izquierda en el choque de ida en Alemania, pero podrá jugar la vuelta. Todo indica que será el mismo equipo que cayó en tierras alemanas con la citada inclusión de Carvajal por Danilo.

Antes del choque de Liga ante el Eibar, Zidane no pudo resistirse a hablar de la trascendental cita ante el Wolfsburgo. “Nos jugamos la temporada, pero será excitante", afirmó el técnico francés, que no se plantea quedar fuera de la Champions. "El Madrid nunca está preparado para no pasar". afirma Zidane.