Día de fiesta en el Cáceres 2016. Llegó el primero de sus dos pívots americanos y protagonizó una multitudinaria presentación que a buen seguro le hizo empezar a ser consciente de lo que mueve su nuevo equipo. Es Jelani Marwan McCoy (6 de diciembre de 1977, Oakland, California), que asistió divertido, aunque sin enterarse de mucho por el idioma, a sus primeros minutos como pupilo de Gustavo Aranzana.

McCoy no es un cualquiera. Ha jugado ocho años en la NBA, donde ha compartido vestuario con mitos como Pat Ewing, Gary Payton (en Seattle), Shaquille O´Neal, Kobe Bryant (en Lakers), Vince Carter (en Toronto), LeBron James (en Cleveland), Carmelo Anthony y Allen Iverson (en Denver). También jugó en la universidad con más títulos de la NCAA, UCLA. Quizás en las últimas temporadas ha preferido los dólares fáciles de la liga china a la competitividad europea, pero eso ya se ha acabado. Parece concienciado para relanzar su carrera en España.

"Quería un desafío mayor y traer a mi familia a un sitio distinto a China", resumió. En el fondo de todo aparece la sombra de su única experiencia española como efímero refuerzo del ViveMenorca en la ACB 2006-07. La aventura acabó abruptamente, con críticas a su rendimiento a su actitud, y esa es una espina que se quiere sacar. "Mi primera vez en este país no fue tan bien como pensé. Cuando uno llega a un equipo puede que ocurra que no se adapta bien y es lo que me sucedió. Ahora quiero quitarme ese sabor de boca malo. Estoy contento de haber fichado aquí", proclamó.

Jugar para el equipo

Aparentemente está bien en lo físico, sin kilos de más repartidos por sus 2,08 de estatura. Aseguró que se ha cuidado mucho mientras que ha estado sin jugar ("vengo preparado, esta es mi profesión, eh"). Tras pasar el reconocimiento médico, su incorporación a los entrenamientos se hizo inminente.

A McCoy parecen no importarle las estadísticas que no sean el resultado final del partido que dispute su equipo. "Puedo hacer cero puntos y 20 rebotes o al revés y lo que único que será válido será que mi equipo se lleve la victoria", reflexionó. Taxativo fue cuando se le preguntó sobre qué hace mejor en el campo: "Win" (ganar).

Por si fuera poco, no se escapó cuando se le preguntó por su papel en el vestuario. "Puedo ser un líder, un hueso duro de roer, alguien con quien los demás pívots de la liga no quieran encontrarse", apuntó.

"Solamente pienso en este equipo ahora y en hacer mi trabajo. Si algún día puedo volver a jugar en la ACB, lo pensaré, pero no es el momento", comentó sobre sus planes de futuro, reconociendo que apenas conoce nada del Cáceres. "A Ryan Humphrey un poquito", indicó. A su compatriota se le espera entre hoy y mañana junto al caboverdiano Jeff Xavier.

Pese a la solemnidad de sus declaraciones, no pudo reprimir alguna sonrisa, sobre todo cuando fue cuestionado por su favorito en el Mundial de Turquía, si España o Estados Unidos. "Vamos a ganar nosotros, y lo sabes", le soltó al periodista.

Satisfacción

A Aranzana también se le notaba de buen humor. El inicio de su intervención fue medio en broma, medio en serio: "Es un placer tener al jugador aquí. Siempre está la duda de que el avión venga sin él y el viaje que haga el delegado para recogerle sea en vano".

Aparte de eso, pronosticó que McCoy ayudará al Cáceres 2016 "a ser grande y a intentar cumplir un sueño". El entrenador consideró que con el currículum de su pívot, su equipo se garantiza un "respeto lógico". "Es de lo mejor que ha llegado a la LEB Oro, una trayectoria impresionante. Es un jugador sobre todo interior, reboteador, un intimidador dominante. También esperamos que sea dinámico porque esta liga lo exige así", analizó, pidiéndole también que sea "un líder".

El club aprovechó para anunciar la renovación de su acuerdo de colaboración con el centro Perú Cáceres Wellness, que fue la sede del acto. En sus instalaciones continuarán realizando muchas sesiones físicas los jugadores a lo largo de la temporada.