La escudería McLaren deberá comparecer mañana, a partir de las 10 horas, ante el Consejo Mundial de la Federación Internacional de Automóvil, para demostrar ante este organismo que no está implicada en el asunto de espionaje a la rival Ferrari, en el que está involucrado su jefe de diseño, Mike Coughlam.

Mañana a las 10 horas, en la sede de la FIA en la Plaza de la Concordia de París, la escudería McLaren estará representada por su director Ron Dennis y por jefe de operaciones Martin Whitmarsh, mientras que por parte de Ferrari comparecerá el director deportivo Jean Todt, que también es miembro del Consejo Mundial y el abogado Massimiliano Maestretti.

En el transcurso de la vista se leerá una declaración jurada de Mike Couhglam, que fue apartado del equipo nada más conocerse que tenía documentación secreta de Ferrari, un informe que presentó Mclaren el pasado 20 de julio, otro realizado por el responsable técnico de la FIA, Charlie Whiting, y las respuestas a una serie de preguntas formuladas a las escuderías Mclaren y Ferrari.

Los 26 miembros del Consejo Mundial, entre los que se encuentra Jean Todt que no votará, decidirán al final de la vista si absuelven a McLaren o le sancionan.

Este caso de espionaje se destapó cuando Ferrari inició acciones judiciales contra el ingeniero Mike Coughlan y su mujer, Trudy Coughlan, quienes presuntamente se hicieron con un documento de 780 páginas que fotocopiaron en una tienda cerca de Woking, donde se encuentra la sede de la escudería británica.

Fue un empleado de la tienda de fotocopias quien dio el "soplo" a Ferrari cuando comprobó que los documentos eran confidenciales, según confirmó un abogado de Ferrari. Cuando en McLaren tuvieron conocimiento de los hechos suspendió de empleo a Coughlan y Ferrari a Nigel Stepney, jefe de desarrollo de la escudería. La FIA había iniciado a comienzos de mes una investigación después de que se supiera que el jefe de los diseñadores de McLaren-Mercedes había recibido documentación secreta del técnico de Ferrari.

El equipo británico señaló después de haber llevado a cabo una investigación interna, que había comprobado que no se había pasado esta información a otros miembros de su equipo, ni se ha incorporado en sus coches ninguna propiedad intelectual de otro competidor.