En los dos últimos años, Javier Gómez Noya ha dominado la competición internacional de triatlón. Ha encadenado siete victorias en la Copa del Mundo y se proclamó campeón del mundo en Vancouver el pasado junio. Solo le queda un gran reto que añadir a su sorprendente carrera: la final olímpica de Pekín, que se disputará mañana y que tiene marcada de forma especial en su calendario desde que se quedó fuera del equipo olímpico para Atenas por una decisión técnica.

--¿Qué sensaciones tiene?

--He trabajado bien en la preparación. He ganado todas las carreras en las que he participado, menos la del Europeo, incluido el Mundial. No se puede pedir mucho más. Está claro que será una prueba muy complicada y hacer un podio lo será también.

--¿Llega motivado por su ausencia hace cuatro años en Atenas?

--Ese tema siempre estará ahí, como una espina clavada. Pero como lo tengo asumido, lo único que debo hacer es disfrutar de estos Juegos y hacerlo lo mejor posible.

--¿Se siente más confiado tras su dominio en la Copa del Mundo?

--Esa experiencia en la gran competición cuenta. Pero unos Juegos son diferentes. Todo la que lo rodea. Es una parafernalia distinta a lo que no estoy acostumbrado y esperemos que no me pase factura.

--Todas las previsiones lo sitúan como principal candidato al oro.

--Voy como máximo favorito a todas las carreras y eso no es demasiado bueno, porque la gente te vigila más. Pero al final corremos en las mismas condiciones todos, y si tienes fuerzas, vas para adelante, y si no, no. Aparte, seré uno de los favoritos, pero no voy a ser el único. Hay gente muy buena. E ir de favorito, en el fondo, también resulta una buena señal. Quiere decir que has ganado carreras.

--¿Qué será lo más peligroso?

--El aspecto táctico. Que va a ser una prueba muy dura, que la gente va a intentar atacar en bici, a intentar escaparse porque es la única opción que tienen algunos. Claro, todo el mundo va a ir a buscar sus bazas. La gente sabe que si no coge ventaja en lo que es ciclismo, corriendo no van a estar entre los 10 primeros. Y los que somos buenos corredores y nos interesa que se decida la carrera a pie, tendremos que controlar esas escapadas.

--¿Habrá trabajo en equipo con el otro triatleta español, Iván Raña?

--Mantenemos buena relación, pero el triatlón es un deporte más individual y en nuestro caso, Iván tendrá sus opciones de ir delante, yo tendré las mías y a nadie le pagan por trabajar para otro. Lo lógico es que cada uno busque su mejor papel posible.

--¿Conoce el recorrido?

--Sí. Es igual al del año 2007, el de la Copa del Mundo, que gané. Y tengo un buen recuerdo.

--¿Sueña con la medalla?

--Por supuesto, es el objetivo, pero prefiero centrarme en lo que es la carrera, en lo que hay que hacer para conseguir la medalla, antes que pensar en la medalla. Si viene, bienvenida será, pero me quedaré satisfecho si soy capaz de rendir al máximo. Si quedo por atrás porque otros han corrido más que yo, no se puede hacer absolutamente nada.

--¿Se siente presionado por todo lo que se habla?

--No, no me importa demasiado. Soy el primero que me exijo a mí mismo, porque es mi gran objetivo y porque quiero conseguirlo para mí y para mi gente.