El entrenador del Mérida reconocía: "me equivoqué en la alineación e intenté arreglarlo en el descanso". Aseguraba que "ante rivales directos es cuando hay que sacar las armas, sabiendo que nuestro peligro está en las bandas, no le ha llegado un balón a Ismael". Con respecto al arbitraje, fue tajante: "Me olía mal, no entiendo cómo mandan a alguien de Málaga. Ha tenido mala intención y es un robo, me ha robado el dinero de mis hijos, debe dejar el pito".