Cáceres Son dos árbitros a los que siempre acompaña la polémica. Su facilidad para crear escándalos es pasmosa. Uno es colegiado de Primera y otro de Segunda B. Son madrileños y su única cualidad es la valentía, rayana en la temeridad. En la imagen, el ´hermano´ de Primera, ayer, escoltado, tras el Racing-Celta, en el que pitó cuatro penaltis.