El Real Madrid de Bernd Schuster llega al ecuador de la temporada como un líder implacable, con más puntos que nadie en la historia del torneo (47) y más victorias que los campeones de invierno de las principales Ligas europeas (15).

A falta de la excelencia en el juego que anunció al comienzo de temporada, el equipo de Schuster ofrece la mayor eficacia. No hay un líder europeo que haya concluido la primera vuelta con tantas victorias.

El Manchester United alcanzó el liderato en Inglaterra justo para proclamarse campeón de invierno, lo perdió de inmediato y lo ha vuelto a recuperar este fin de semana. En la jornada diecinueve sumaba 14 triunfos.

El Lyon, mientras, se encamina hacia su séptimo título consecutivo en Francia con peores números que en años anteriores y pasó por el ecuador con tan sólo doce victorias.

En Alemania, el Bayern volvió a ser el mejor antes de la pausa invernal, pero sin más brillo que diez triunfos en diecisiete encuentros, en una Bundesliga que no frena su decadencia.

REFERENCIA ITALIANA Sólo el Inter, campeón los dos últimos años, podría alcanzar los 15 triunfos del Real Madrid si el próximo 20 de enero derrota al Parma, en San Siro, en la última jornada de la primera vuelta de la Liga italiana.

La trayectoria del equipo de Roberto Mancini se asemeja a la del de Schuster, ya que el Inter también mantiene siete puntos de ventaja sobre el segundo, el Roma y, con un partido menos, ha marcado tan sólo un gol menos que los madridistas (40).

En eso también se distingue el equipo de Schuster, que con el holandés Ruud van Nistelrooy a la cabeza (12 tantos) ha marcado más goles que ningún campeón de invierno. Cuarenta y uno frente a los 36 del Manchester United, los 38 del Lyon o los 31 del Bayern, éste en 17 partidos.

La eficacia ofensiva, un mejor balance defensivo y la seguridad de Casillas, que ha superado su mejor marca y sigue 468 minutos imbatido, forman parte de las claves que le han permitido transmitir la sensación de que, salvo debacle, repetirá título.

A ello contribuye la escasa oposición que encuentra en una Liga que ha descartado antes de lo previsto a Sevilla y Valencia, dos de los posibles candidatos.

Al Sevilla lo zarandeó la muerte de Antonio Puerta y la salida del club de Juande Ramos y lo ha terminado por descabalgar la indefinición sobre cuál debe ser su objetivo principal.

El Valencia se lanzó directamente al vacío con una dirección errática que destituyó a Quique Sánchez Flores, cuando el equipo estaba a cuatro puntos del líder, y contrató a Ronald Koeman para hacer una revolución interminable que escogió como cabezas de turco a Santiago Cañizares, David Albelda y Miguel Angel Angulo.

Como el Atlético prosigue su larga marcha hacia la recuperación del prestigio, con mejores resultados y mayor euforia, pero pocas certezas sobre su fortaleza, y Espanyol y Villarreal aún no parecen en condiciones de asaltar el título, el Barcelona vuelve a aparecer como la única amenaza real de los madridistas.

DUDAS DEL BARÇA El Barcelona, mientras, comienza el año sin saber qué hacer con Ronaldinho, el emblema del club en las últimas temporadas. Por eso, se agarra a la irrupción de Bojan Krkic y del mexicano Giovani dos Santos o a las tardes de gloria que aún le queden al francés Thierry Henry.

Con la cabeza despejada, por la diferencia de puntos y de ambiente en el vestuario que oponen Real Madrid y Barcelona, el segundo tramo de la Liga ofrece mayor incertidumbre en una zona baja que ha ampliado su influencia hasta mitad de la tabla.

Después de diecinueve jornadas, cuatro puntos separan al noveno (Valladolid) del decimoctavo (Osasuna). Con el Levante prácticamente desahuciado (8 puntos) y el Deportivo en su peor situación en más de un decenio (17), prácticamente la mitad de los equipos de la Liga no se libran de echar cuentas.